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CRITICA
Por: PACO CASADO
A final de los años setenta la comedia se volvió a poner de moda y buscó ideas originales para llegar al gran público.
En este sentido no era de extrañar que una película como ésta consiguiera una gran comercialidad por el hecho de combinar brillantemente y en clave humorística el género de acción, casi policiaco, con el musical a todo ritmo.
John Landis, ya había destacado anteriormente con el film de montaje 'Made in USA' (1977), en donde adelantaba su sentido de la oportunidad y de observación para sacar humor de cualquier situación, aunque la cinta pasó totalmente desapercibida, al menos en España, pero obtuvo posteriormente un éxito total con esta 'Granujas a todo ritmo' (1980).
El orfanato en el que se criaron dos hermanos, Jake y Elwood, pasa en estos momentos por graves dificultades económicas.
Jake se ha pasado un tiempo en prisión y caba de salir de forma anticipada debido a su buen comportamiento y en la puerta le espera su hermano Elwood.
Jake y Elwood creen que tienen la solución a ese problema reuniendo a su antigua banda, pero la religiosa que dirige el centro, no aceptaría el dinero si este procede de un robo.
Por ello no les quedará otro remedio que tratar de ganarlo de la forma más honrada posible y esa no es otra que volviendo a poner en marcha de nuevo su grupo musical.
La película mantiene un ritmo adecuado, a pesar de su larga duración, y con la presencia de unos cuantos famosos arropando convenientemente al dúo protagonista, John Belushi y Dan Aykroyd, que realmente son un descubrimiento, con una comicidad original y complementándose entre sí perfectamente.
Así cubren un guion que resulta alargado y repetitivo en ocasiones, que culmina en un cuarto de hora realmente final trepidante, exagerado y divertido, y con un grado de frescura que es ciertamente muy de agradecer.
Premio de los editores de sonidos americano. Premio NBR.
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