|
CRITICA
Por: PACO CASADO
En los años 60/70, los países del Este tenían, por lo general, una cinematografía de calidad, a pesar de las restricciones que imponía la censura.
De un tiempo a esta parte esas cinematografías prácticamente han desaparecido o han quedado reducidas a la mínima expresión y sus estupendas escuelas de cine apenas si existen, que buenos nombres de directores aportaron al panorama mundial.
Esta breve introducción viene a justificarse con la aparición de esta coproducción entre Estados Unidos y Polonia, llevada a cabo por el realizador polaco Yurek Bogayevicz, que aprendió cine por aquellos lares y ha conseguido, con el concurso de dos nombres interesantes como los del niño Haley Joel Osment y el veterano Willem Dafoe, llevar a cabo un proyecto muy querido.
Desde hacía tiempo quería exponer lo que fue el sufrimiento del pueblo polaco ante la invasión alemana y la persecución de los judíos, a través de la historia de Romek, un niño de 11 años, separado de sus padres para evitar su muerte, acogido por una familia de campesinos a instancia de un sacerdote católico que lo ilustra en su religión para salvarlo de los nazis.
Junto con otros niños juegan a representar escenas bíblicas mientras aprende el catecismo y presencia el horror de los asesinatos y la terrible deportación.
Película correcta, con una historia original, blandíta en algunos momentos, ilustrada con bella fotografía y música. Estupendos los pequeños actores con Osment a la cabeza.
MÁS INFORMACIÓN DE INTERÉS
BANDA SONORA
CÓMO SE HIZO
VIDEO ENTREVISTAS
AUDIOS
PREMIERE