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CRITICA
Por: PACO CASADO
Aún quedan en el cine norteamericano algunas reminiscencias del viejo Hollywood en el que el star system era capaz de vender una película por el nombre de las estrellas que componían su reparto. Algo de eso se aprovecha aquí para lanzar un mediocre thriller con el duelo interpretativo de dos de los mejores actores de su generación, Robert de Niro y Al Pacino.
Pero con sólo observar la filmografía de ambos se puede ver con facilidad que los buenos tiempos ya pasaron, que están más viejos y acomodaticios y recurren al oficio adquirido para sacar adelante sus papeles y salir del paso.
'Heat' (1995) marcó un punto de inflexión para ambos.
Aquí interpretan a dos veteranos policías a punto de jubilación a los que se les encarga descubrir una serie de asesinatos que comete un justiciero que acaba con aquellos delincuentes que salieron indemnes después de un benévolo juicio, por lo que se piensa, por una serie de detalles, que se trata de un policía, algo que también sospecha otra pareja de agentes más jóvenes.
El rutinario guion, sin originalidad, está estirado a base de tópicos, enjaretando asesinatos hechos con el piloto automático echando mano de un recurso fácil y tramposo para hacer creer al espectador algo a lo que finalmente se le da la vuelta en un aparente y sorprendente final, ya que nada es lo que parece.
Al director de 'Tomates verdes fritos' (1991), Jon Avnet, le pasa como a sus dos principales actores, que se ha adocenado y echa mano del oficio para sacar adelante el film con una planificación rutinaria, casi sin emoción a lo largo de toda la trama, sin apenas dramatismo, ni suspense resultando así bastante plana.
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