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CRITICA
Por: PACO CASADO
El elitista hotel Palace está emplazado en un majestuoso castillo construido a principios del pasado siglo, en pleno descampado de un valle nevado en los Alpes del país suizo.
Cada año acoge a un buen número de ricos huéspedes afortunados de todo el mundo en un ambiente de auténtico cuento de hadas.
Estamos en vísperas de la llegada del año 2000 y han venido todos para celebrar el hecho singular del cambio de siglo.
Para servirles está dispuestos un gran número de camareros, porteros, cocineros, botones, camareras y recepcionistas para atenderles debidamente y satisfacer todas sus necesidades.
Este drama ambientado en la víspera del nuevo año en ese lujoso hotel de Suiza, las vidas de los trabajadores y de los huéspedes se van cruzar durante la celebración de la fiesta.
Algunos creen en las predicciones de que llegará en esos momentos el fin del mundo o que perderán sus fortunas y mil cosas más que se dicen debido al efectos 2000 y tienen miedo.
Para escribir el guion de esta comedia negra coral, un tanto absurda, se volvieron a reunir dos viejos amigos, Roman Polanski y Jerzy Skolimowski, que ya concibieron juntos con anterioridad 'El cuchillo en el agua' (1962), la ópera prima del primero al principio de su carrera, con la colaboración especial esta vez de Ewa Piaskowska.
A Román Polanski se le ocurrió este argumento en una situación similar que vivió en el Hotel Gstaad a la que fue invitado, al que ha acudido con una cierta frecuencia y conoce bien el tipo de clientes que pululan por sus pasillos, uno de los más caros del mundo.
El resultado no cabe duda que no tiene la menor gracia y que las situaciones no son divertidas, debido al desinterés que estas provocan en el espectador y por otra parte no se explica el haber empleado un año en escribir el guion y preparar esta desangelada función y tardar cuatro meses largos en su rodaje, para esta sátira contra los ricos inconcebible para un director de su fama.
Esta es, de momento, la última película que ha realizado el prestigioso director y se trata de una comedia coral en la que se cuenta lo que le ocurre a cada uno de los invitados a la citada fiesta desde su llegada hasta el momento en que se recoge toda la basura que ha dejado la celebración y cada uno de los huéspedes se ha ido a su habitación... o no.
Durante el tiempo previo, con la llegada de cada uno, suceden muchas cosas, desde el que no tiene reserva, el que no está conforme con la habitación que le han dado, la señora delicada de salud, el excéntrico millonario y así un largo etc. que configura el argumento de esta comedia coral en la que vamos de un cliente a otro y en la que el director del hotel soluciona los problemas que van surgiendo, ya que la llegada de todo el mundo a la vez origina un gran caos con las exigencias de cada uno.
El amplio reparto cuenta con algunos nombres de actores conocidos como Fanny Ardant, John Cleese, Mickey Rourke, Joquim de Almeida, entre otros, que son capaces de interpretar cualquier papel que les caiga en suerte y esta vez no había de ser menos.
No vamos a poner en duda ahora la valía del director, toda una leyenda del cine, autor de tantos films de gran calidad que podríamos citar aquí, que están en la mente de los buenos aficionado al cine, pero la verdad es que a sus 90 años se supone que esta puede ser su última obra, la número 23 de su valiosa filmografía, pero ciertamente no le ha salido su mejor cinta de las realizadas hasta ahora.
Un director que ha ganado desde el Oscar por 'El pianista' (2003) hasta numerosos premios en los más prestigiosos festivales internacionales, no cierra aquí su filmografía con brillantez.
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