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CRITICA
Por: PACO CASADO
Una cortesana parisina, Lili d'Alengy, huye a Roma para proteger su reputación cuando la discapacidad de aprendizaje de su hija Tina queda expuesta en evidencia, de la que ella se avergüenza en sus relaciones con los hombres de la alta sociedad que la colman de lujo y dinero.
Allí conoce a María Montessori, quien es pionera en un método de enseñanza que puede ayudar a la niña.
Pero fundamentalmente es la historia de María Montessori, una mujer entregada por entero a su profesión, que no es otra que la de cuidar a niños y niñas discapacitados psíquicos en un instituto dedicado al efecto, en el que están internados y donde trabaja como codirectora con el doctor Giuseppe Montesano del que se quedó embarazada, fruto de lo cual nació su hijo Mario, que deja al cuidado de Carlotta, una mujer que es prácticamente la que lo está criando, en una casa en el campo, como si fuera su madre, algo que a María le pesa y le duele.
Ella es médico, una de las primeras en la Roma de 1900, año en el que comienza esta historia, en París donde vive y trabaja Lili, una cantante que se gana la vida en un cabaret, que tiene una hija que es discapacitada, Tina, de nueve años, y que se desplaza a la ciudad eterna, que es donde vive María Montessori en busca de internar a su níña en dicha institución, pero ha de esperar a que haya plaza.
Las vidas de estas dos mujeres transcurren en paralelo con los problemas de sus respectivos retoños.
A lo largo de su vida María creó un modelo educativo pedagógico para esta clase de criaturas, a las que les enseñaba a leer, escribir, matemáticas, etc. adaptado a sus capacidades.
Cuando un día entró a enseñar en la universidad, en la primera clase de anatomía revolucionó la tarea con su método y causó un verdadero escándalo.
Años después el Método Montessori se convertiría en un éxito a nivel internacional, dentro de la educación, como el mejor valorado.
Ella luchó a favor de la liberación de las mujeres de su tiempo, animándolas a salir a trabajar fuera de casa e ir contra el dominio de los hombres en todos los ámbitos de la vida y dejar de ser unas esclavas del hogar.
Era una mujer fuerte, segura de sí misma y de los métodos educativos ideados por ella, que le obligaron a elegir entre su carrera y la maternidad en su vida personal.
Esta dirigida por la joven directora parisina Léa Todorov de 41 años cuando rodó este film, que supone el segundo en su filmografía tras debutar en 2012 con un documental sobre este mismo tema, siendo esta cinta su primer largometraje de ficción, que no es propiamente un biopic, que se centra en su método de trabajo de lo que la propia realizadora sabe de ello al tener también una hija discapacitada.
La interpretación recae en Leila Bekhti como María y Jasmine Trinca en el papel Lili, que ambas sacan adelante su labor con profesionalidad, sin olvidar la actuación de los niños, auténticos discapacitados, en cuyos cuidados son fundamentales las mujeres y la maternidad como dice la protagonista.
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