|
CRITICA
Por: PACO CASADO
La directora danesa Lone Scherfig, autora de los largometrajes 'Italiano para principiantes' (2000) y 'Wilburg se quiere suicidar' (2002), debuta en el cine británico, con esta cinta de encargo sobre la novela de la periodista inglesa Lynn Barber, basada en sus memorias.
Jennie, de 17 años, es la hija única de una familia burguesa, que destaca en sus estudios y sueña con ir a Oxford.
Un día conoce a David, un chico mucho mayor que ella, formado en la universidad de la calle, que pronto se convierte en su amor.
Éste le pone por delante una vida que nunca había soñado, asistiendo a conciertos de música clasica, restaurantes de lujo, subastas de arte, clubs nocturnos y un viaje a París por su cumpleaños, que le hace olvidar sus estudios, en cierto modo con la aceptación por parte de los padres, que egoístamente lo único que quieren es que vaya a la universidad de Oxford para pescar un buen marido que la mantenga.
Aparentemente David cumple esas exigencias.
La realidad le hará ver las cosas de otra manera.
La película posee un interesante guion de Nick Hornby ambientado en Londres, en los años 60, en el que expone el rigor del sistema pedagógico británico que se marca el objetivo adquirir el mayor conocimiento para poder ser libre.
Lo que comienza casi como una romántica comedia de amores juveniles gana en profundidad conforme avanza, invitando a ir más allá de las apariencias, sacándole significado a la palabra compromiso, aceptando el fracaso y evitando los prejuicios.
Reflexiona sobre el papel que tenía la mujer en la sociedad en esos momentos, los tabúes, la moralidad de la sociedad y la hipocresía de los padres accediendo a todo lo que le pide el novio de su hija porque tiene una situación acomodada.
La historia se desarrolla en una época en la que había un respeto en la enseñanza, una rectitud, un temor y unos valores que hoy en día se han perdido.
La directora demuestra con su narrativa que lo logrado en los dos títulos antes citados no era por casualidad, teniendo aquí una puesta en escena clásica, muy propia del cine británico al que se ha adaptado perfectamente.
Uno de sus aciertos es la elección de la pareja protagonista, con un Peter Sarsgaard que da muy bien el personaje aportando una buena química con la joven Carey Mulligan en su primer papel protagonista, que tiene un encanto en su rostro que conquista al espectador con su excelente trabajo que ha ganado el Bafta como mejor actriz y nominada al Globo de Oro y al Oscar, así como el guion adaptado y la película.
En su apoyo una notable actuación del veterano Alfred Molina y la breve aparición de Emma Thompson.
Un film con un acabado impecable, muy agradable de ver, con sorpresa en el último tercio, envuelto en una buena banda sonora, y una perfecta ambientación.
MÁS INFORMACIÓN DE INTERÉS
CÓMO SE HIZO
VIDEO ENTREVISTAS
AUDIOS
PREMIERE