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CRITICA
Por: PACO CASADO
La primera película dirigida por Robert Benton que se vio en España fue 'El gato conoce al asesino' (1977), que pasó desapercibida, a pesar de ser interesante y con un actor de la categoría de Art Carney.
Luego se consagraría con 'Kramer contra Kramer' (1979), un drama oportuno en torno al divorcio y la disgregación de la familia, bien hecho, que hizo derramar lágrimas a los espectadores por su tema tan sentimental.
No nos sorprendió que volviera al género policiaco, ya que es su preferido y se desenvuelve a gusto en él, aunque no le diera tan buen resultado.
Atrapado psicológicamente por los atroces hechos que ha tenido que vivira los largo den su carrera y alejado moralmente de su esposa, un sargento de la policía, al interrogar brutalmente al supuesto violador de una muchacha, le causa involuntariamente la muerte.
Es por ello por lo que es sometido a un proceso en el que él intenta justificar de alguna manera su muy inapropiada conducta.
'Bajo sospecha' (1982) tiene mucho del cine de Alfred Hitchcock. Aquí hay abundantes referencias, desde el tema de 'Falso culpable' (1956), a la secuencia de la subasta de 'Con la muerte en los talones' (1959), el precipicio equivalente a la torre de 'De entre los muertos' (Vértigo) (1958), el pájaro de 'Psicosis' (1960), o el llavero de 'Encadenados' (1946), por citar sólo unos ejemplos.
Robert Benton homenajea al maestro, llevando la narración con buen pulso y manteniendo bien la intriga.
No usa la truculencia, en la que está a punto de caer, con una buena labor en los actores y en la fotografía de Néstor Almendros.
Fue nominado a los premios Edgar Allan Poe y por la Asociación de críticos de Turquía.
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