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CRITICA
Por: PACO CASADO
Hay películas que tardan en entrar y enganchar al espectador, otras en cambio captan su atención desde las primeras imágenes. Así le ocurre a este nuevo film con el que Robert Altman experimenta en un género nuevo para él, que está acostumbrado a cambiar constantemente, a no estancarse, en probar fórmulas nuevas como hizo con 'Nashville' (1975) con la música, con 'Prêt-à-Porter' (1994) con la moda o con 'Vidas cruzadas' (1993) con la comedia coral.
Aquí parte de una idea de Neve Campbell, actriz que descubre nuevas facetas al haber sido alumna a los nueve años de la Escuela Nacional de Ballet de Canadá, que tuvo que abandonar tras seis años de estudio por una lesión de rodilla, por lo que tenía muchas ganas de hacer una cinta sobre laos interioridades de una compañía de ballet.
Y en efecto eso es lo que nos muestra esta película, los ensayos y puesta en escena de varias de sus brillantes coreografías, la rivalidad entre sus componentes por conseguir un personaje o por escalar puestos y llegar a ser la primera bailarina.
Tiene una dramaturgia mínima, el resto es una especie de documental con el vivir diario de la compañía y el añadido de tres actores.
Lo que más engancha al espectador es la brillantez de sus números y lo que menos le interesa es lo cotidiano, la pesadez de los ensayos, el esfuerzos de los bailarines por lograr que resulte estético algo mínimo pero que a veces hay que pagar por ello el dolor de una lesión o muchas horas de trabajo.
Robert Altman confiesa no saber nada de ese mundo y por ello le atrajo la idea, pero también demuestra a veces no saber dónde poner la cámara para que la coreografía de un número resulte más vistosa.
No obstante logra un film interesante sobre el mundo del ballet que si bien ha estado presente en muchas cintas como cosa secundaria o telón de fondo, nunca lo había hecho, que recordemos, de forma tan protagonista.
Estupenda la banda sonora.
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