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CRITICA
Por: PACO CASADO
Es verdaderamente una pena que esta notable película haya sido programada al final de la temporada con lo que puede pasar desapercibida.
Y lo decimos porque no es frecuente encontrarse con una interesante película, que está pasando desapercibida, a pesar de tener una buena producción, plasmada en un formidable guion de Collin Welland, guionista del film británico Carros de fuego (1981), por el que fue premiado con el Oscar.
La historia que nos cuenta es la de un hombre maduro en su cincuenta aniversario, casdo, con tres hijos que ese mismo día conoce a a una mujer, viuda pero aún joven, en su bar favorito cuando celebra su cumpleaños, de la que se enamora, teniendo así una segunda oportunidad de volver a recobrar la ilusión, el amor y salir de la monotonía de treinta años de un aburrido matrimonio.
Es duro dejar a su esposa y a sus hijos.
La historia en sí no es nueva, pero es admirable el tratamiento y la sensibilidad que derrocha el guion al darnos la pintura de los personajes, sus medios de vida, los concursos en la televisión, el paro, el enfado de la hija mayor, la comprensión del hijo mayor y el hundimiento y resurrección de la madre.
El relato está contado de forma directa, simple y sencilla, esquemática si se quiere en algunos momentos, en un tipo de cine casi neorrealista, pespunteado de pequeños detalles que enriquecen la historia en todo instante.
Y todo ello, como hemos apuntado, debido a un formidable guion que ayuda a su exacta interpretación al trío protagonista, Gene Hackman, Ellen Burstyn y Anne Margret a darnos un gran trabajo, así como a Amy Madigan, el personaje más rebelde, y a Brian Dennehy
Le falta, tal vez, un poco de valentía en un final algo más desesperanzado, lleno de amargura y soledad, en este relato de amor como los de antes.
Amy Madigan fue nominada al Oscar. Nomiandos al Globo de oro Gene Hackman y Amy Madigan.
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