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CRITICA
Por: PACO CASADO
En la filmografía del gran director Howard Hawks hay tres películas en las que se incluye la palabra río.
La primera de ellas es 'Río de sangre' (1952), aunque ese título español no corresponde al original, mucho más bonito, de 'The big sky' (El gran cielo).
La trilogía se completa con 'Río Bravo' (1959) y 'Río Lobo' (1970), la última que realizó.
La historia se centra en mantener con vida a una joven india y a ellos mismos para lograr completar el comercio don los Blackfeet o pies negros
Aquí aborda el tema de los primeros colonos norteamericanos, tan explotado en el cine en sus diferentes aspectos.
En este caso, se ofrece con el aliciente, sobre todo para quienes están familiarizados con las primeras novelas del género, de respetar el auténtico sentido de la aventura; los personajes, especialmente el viejo trampero, parecen arrancados de las obras de Aimard.
El experto trabajo de Howard Hawks hace muy sugestiva la narración, sencilla y directa, aunque a ratos pueda resultar un tanto prolija.
Se exalta la labor y la presencia de los blancos.
La ambientación y los escenarios son muy atractivos y los intérpretes incorporan adecuadamente a los distintos tipos.
Fue nominada al mejor actor secundario, Arthur Hunnicutt, y la fotografía en blanco y negro de Russell Harlan. Howard Hawks tambiñen fue nominado por la Directors Guild of America.
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