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CRITICA
Por: PACO CASADO
Un veterano director de documentales. Leonard Fife, a la edad de muchos años, enfermo y casi a punto de morir, es uno de los sesenta mil evadidos que desertaron de Estados Unidos y huyeron a Canadá para tratar de evitar tener que acudir a combatir en la guerra contra Vietnam.
En esos momentos, un realizador de televisión, antiguo alumno suyo, acude a su casa y le pide a su maestro, hacer una entrevista para confeccionar un reportaje para un documental que desea realizar.
A duras penas se resiste, aunque finalmente accede, pero requiere y exige como condición que esté presente en todo momento de la grabación, la presencia de Emma, su mujer actual.
La película trata de temas como la muerte, la verdad, la memoria, el recuerdo, el perdón y la redención diseminadas a través del argumento que no es muy clarificador a lo largo de su desarrollo, que va de una cuestión a otra sin una continuidad lógica.
La interpretación se centra fundamentalmente en Richard Gere que es representado en tres momentos de su vida: en la vejez, en la madurez interpretado por él mismo y en la juventud que lo encarna en esas escenas el actor Jacob Elordi.
Aunque la historia está rodada en color en lo que se refiere al presente, sin embargo todos los flahs backs que hacen alguna alusión al pasado van en blanco y negro.
El guion es una adaptación de la novela de Russell Banks y resulta en su estructura de lo más confuso que recordamos haber visto en una producción firmada por el estupendo Paul Schrader, un director casi octogenario, que tiene en su haber guiones de la calidad del de 'Yakuza' (1974), 'Taxi Driver' (1976), 'Fascinación' (1976), 'Toro salvaje' (1980), 'La última tentación de Cristo' (1988) etc. y como director ahí están títulos como 'Blue Collar' (1978), 'Hardcore: un mundo oculto' (1979), 'Mishima' (1985), 'Posibilidad de escape' (1992), 'El reverendo' (2017) o 'El maestro jardinero' (2022), entre otros.
Su realización resulta un tanto monótona ya que buena parte del metraje es Richard Gere a plano fijo contando su vida, con algunas salidas en flash Backs con los recuerdos rodados en blanco y negro.
Por otra parte es un tanto claustrofóbica ya que casi no se sale de la habitación donde se hace la entrevista, salvo los mencionados flash backs.
En definitiva, no recordamos haber visto una cinta con un guion tan confuso y mal estructurado de un film firmado por Paul Schrader y eso que es la segunda vez que rueda con este mismo guionista con el que ya hizo anteriormente 'Aflicción' (1997) que nos pareció realmente estupenda.
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