Título: | CANTANDO BAJO LA LLUVIA | |
Tit. Orig.: |
SINGIN IN THE RAIN |
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Nacionalidad: | EE.UU., 1952 | |
Dirección: | STANLEY DONEN, GENE KELLY | |
Guión: |
BETTY COMDEN, ADOLPH GREEN |
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Fotografía: |
HAROLD ROSSON, JOHN ALTON |
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Música | NACIO HERB BROWN, ARTHUR FREED | |
Interpretes: |
GENE KELLY, DEBBIE REYNOLDS, DONALD O'CONNORS, CYD CHARISE, RITA MORENO, JEAN HAGGEN, DOUGLAS FOWLEY |
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Censura: | AUTORIZADA PARA TODOS LOS PÚBLICOS | |
Duración: | 90 MINUTOS |
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Por PACO CASADO
Si con Un día en Nueva York (1949) arranca el musical moderno americano, que gana el Oscar a la mejor música para el cine, con 'Cantando bajo la lluvia' (1952) se consolida definitivamente este género musical, logrando uno de los mejores títulos de la historia del cine.
Su historia se inspira en varias canciones compuestas por Arthur Freed destinadas a evocar al Hollywood de la transición del cine mudo al sonoro.
Durante los años veinte, Don y Cosimo, dos amigos inseparables, componentes de una compañía de revistas, llegan a Hollywood.
Allí consiguen trabajo como músicos en los Estudios Imperial.
Pronto, a Don se le presenta la oportunidad de sustituir a un especialista lesionado y a partir de entonces va ascendiendo hasta los primeros puestos del estrellato del cine.
Cuando en 1927 las dos más grandes estrellas de Hollywood, de la productora Monumental Pictures, Don Lockwood y Lina Lamont, que son también matrimonio en la vida real, se encuentran en pleno éxito y aparecen en las portadas de todas las revistas dedicadas al cine.
No obstante las relaciones entre ambas no son muy buenas a pesar de las apariencias que figuran en los papeles para promocionar sus películas y complacer así a sus admiradores.
Lina siempre está pensando en que Don debe figurar detrás de ella en el reparto y en los afiches, porque cree que su nombre es más importante y que es ella la que lleva a los públicos a las salas de cine para verla.
Pero ha llegado el momento en el que el cine comienza a hablar y será ahora cuando se demuestre la verdadera importancia de cada uno de ellos y quién tendrá la razón al final, cuando tenga que lucir su verdadera voz.
Cuando Don conoce a Kathy Sheldon se da cuenta de que no lo tenía todo, a pesar de ser famoso y poseer dinero, ya que ésta es la compañera que le faltaba realmente.
En pleno cambio del cine silente al hablado, un productor de cine mudo se comprometido su negocio al ser implantado el sonoro, ya que la voz de su principal actriz resulta desagradable y ridícula.
Para remediar su fracaso ideará un plan que le salvará de la ruina y en esos momentos un actor, una corista y un músico harán todo lo posible para que los estudios Monumental Pictures estrenen a tiempo un film sonoro, convirtiendo una cinta de capa y espada, El caballero duelista, en un musical, cuyo argumento sirve de hilación a una serie de números musicales de gran vistosidad.
La acción abunda en escenas satíricas de gran brillantez que ridiculizan los procedimientos y la propaganda empleada por los estudios cinematográficos; la progresión de Lockwood de especialista a convertirse en una primera figura; los problemas del sonido directo ocultando los enormes micrófonos; el profesor de dicción para estrellas que no saben ni hablar; el rodaje de las primeras producciones sonoras habladas, la desincronización de su banda sonora, etc., constituyen los momentos más divertidos de esta extraordinaria película.
Muchos de los personajes están inspirados en gente famosa del cine y de la prensa de la época, así como en anécdotas de aquellos años.
Pero el valor fundamental del film radicó en la excelencia de las escenas musicales que han pasado a formar parte de la antología del género figurando en lugar preferente de la historia del séptimo arte.
Sus números musicales siguen vivos y con gran fuerza debido a su inspiración a pesar del paso del tiempo que no ha hecho ninguna mella en ellos.
Cuando el cine se atreve a reírse de sí mismo, es señal de que ha entrado en la plena madurez.
Con ella se hizo una cinta clave en su día, en el avance del género melódico y una gran lección de cine, tanto musical como de su historia, al mostrar cómo se hacían los trucos cinematográficos en aquellos años o se usaba una simple transparencia.
Posee una buena fotografía de Harold Rosson en technicolor a pesar del paso del tiempo.
Esta obra maestra del cine sólo fue nominada al Oscar a la mejor banda sonora y a Jean Hagen como actriz de reparto.
Donald O'Connor ganó el Globo de oro. Premio National Board of Review. Premio Writers Guild of America al mejor musical.
Pocos galardones para una obra maestra como ésta, aunque la historia se ha encargado de situarla donde realmente merece, entre los mejores títulos del celuloide.
¡Ceguera de Hollywood en aquellos años!.
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