Título: | EL COLECCIONISTA DE AMANTES | |
Tit. Orig.: |
KISS THE GIRLS | |
Nacionalidad: | EE.UU., 1997 | |
Dirección: | GARY FLEDER | |
Guión: |
DAVID KLASS. Basado en la novela escrita por JAMES PATTERSON |
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Fotografía: |
AARON SCHNEIDER |
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Música | MARK ISHAM | |
Interpretes: |
MORGAN FREEMAN, ASHLEY JUDD, CARY ELWES, ALEX McARTHUR, TONY GOLDWYN, JAY O. SANDERS, BILL NUNN, BRIAN COX |
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Censura: | NO RECOMENDADA PARA MENORES DE 18 AÑOS | |
Duración: | 114 MINUTOS |
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Por PACO CASADO
El thriller sigue dando juego en el cine americano, género que con ligeras variantes, pone emoción y suspense en la pantalla. Esta vez sirve para que Gary Fleder haga su segundo largometraje tras su debut con Cosas que hacer en Denver cuando estás muerto (1995), en el que no lo hizo del todo mal.
Se basa en la novela superventa de James Petterson, que nos cuenta la historia de un criminal en serie que tiene una particularidad: colecciona a las mujeres que secuestra en un siniestro escondite lleno de pasadizos y cuando alguna se le rebela la ata a un árbol del bosque y la deja morir a merced de las alimañas o que mueran de hambre.
Todo se le complica cuando secuestra a la sobrina de Alex Cross un famoso detective de Washington, doctor en psiquiatría y escritor de éxito quien, ayudado por una testigo, una doctora que ha logrado escapar de las garras del asesino, que se hace llamar Casanova, que se siente en la obligación de descubrirlo.
El responsable de la desaparición de la chica en la localidad de Durhan, parece ser un psicópata que se dedica a secuestrar a jóvenes brillantes, a quienes viola.
La película recuerda por su trama ligeramente a El coleccionista (1965), de William Wyler, pero multiplicado por siete, número éste de mujeres que lleva ya secuestradas.
El comienzo es emocionante transcurriendo con interés hasta que entra en escena la doctora.
Es entonces cuando empieza a complicarse la acción y a embarullarse bastante la narración hasta desembocar en un final previsible, en el que poco importa ya quién es el asesino.
Cuenta con una correcta puesta en escena de Gary Fleder y un sereno trabajo interpretativo de Morgan Freeman, a quien presta adecuada respuesta Ashley Judd en su primer papel protagonista.