Título: |
DESTINO WOODSTOCK |
Título original: |
TAKING WOODSTOCK |
Nacionalidad: |
EE.UU de 2009 |
Dirección: | ANG LEE |
Guión: | JAMES SHAMUS, Basado en las memorias de ELLIOT TIBER y TOM MONTE |
Fotografía: |
ERIC GAUTIER |
Música: |
DANNY ELFMAN |
Interpretes: |
DEMETRI MARTIN, DAN FOLGER, HENRY GOODMAN, JONATHAN GROFF, EUGENE LEVY, JEFFREY DEAN MORGAN, IMELDA STAUNTON, PAUL DANO y KELLY GARNER |
Censura: |
AUTORIZADA PARA TODOS LOS PUBLICOS |
Duración: |
120 MINUTOS |
Por PACO CASADO
El título indica camino a Woodstock y no que se ofrezca el mítico y memorable festival que se llevó a cabo los días 15, 16 y 17 de agosto de 1969, que no tuvo lugar en Woodstock, de donde fueron expulsados sus organizadores, sino en la cercana población de White Lake, (Nueva York), al que acudió medio millón de personas, que se comportaron con corrección, a pesar del alcohol y las drogas, así como más de la mitad que se quedó fuera, sin entradas, al correrse la voz de que era gratis.
El concierto se convirtió en el emblema del movimiento hippie y de sus consignas de haz el amor y no la guerra, anunciado como tres días de paz y música, donde se fomentó el espíritu de libertad, de tolerancia y de honestidad, donde se inculcaron algunos pensamientos sobre los derechos de los hombres y la igualdad, en unos momentos en que se estaba perdiendo la guerra en Vietnam.
Sobre este acontecimiento musical ya se hizo una película, dirigida por Michael Wadleich con el título de Woodstock (1970) que ganó el Oscar al mejor documental y fue nominado también el sonido y el montaje.
En él figuraban nombres emblemáticos de la música como Joan Baez, Roger Daltrey, Joe Cooker, Arlo Guthrie, Crosby, Stills, Nash, Carlos Santana entre otros.
Ang Lee al tener conocimiento del libro de memorias de Eliot Tibert, que era Presidente de la Cámara de Comercio de su pueblo, y Tom Monte, sobre lo que fue la organización de aquel evento musical irrepetible, decidió hacer un film, con su guionista habitual, en estos momentos en que se cumplen los 40 años del mismo, pero se queda en lo superficial.
Aunque se sale de la trayectoria de su filmografía, algunos han querido ver la otra cara de su cinta La tormenta de hielo (1997) en la que exponía el derrumbamiento de los valores de la alta burguesía que se hundía en el desencanto de la guerra de Vietnam, mientras que aquí se expone una visión americana de esperanza y el ideal colectivo de una generación que soñaba con que otro mundo era también posible.
El director taiwanés se queda sólo en los preparativos, contando así parte de la historia, en una visión demasiado idílica, pero no ofrece nada del concierto, a pesar de que en los créditos finales figuran 32 canciones que apenas se oyen de fondo en la banda sonora que no son las que allí se tocaron.
Destaca el notable trabajo de producción y la gran interpretación de Imelda Staunton