Título: | FIREWALL | |
Tit. Orig.: |
FIREWALL | |
Nacionalidad: | EE.UU., 2006 | |
Dirección: | RICHARD LONCRAINE | |
Guión: |
JOE FORTE |
|
Fotografía: |
MARCO PONTECORVO |
|
Música |
ALEXANDRE DESPLAT |
|
Interpretes: |
HARRISON FORD, PAUL BETTANY, VIRGINIA MADSEN, MARY LYNN RAJSKUB, ROBERT PATRICK, ROBERT FORSTER, ALAN ARKIN |
|
Censura: | NO RECOMENDADA PARA MENORES DE 18 AÑOS | |
Duración: |
102 MINUTOS |
---|
Por PACO CASADO
El cine negro clásico, a la hora de ofrecernos una historia de atracos, solía dividir el film en tres partes: el planeamiento del mismo, su ejecución y el desenlace, con el castigo de los culpables.
El cine moderno rompe muchas de esas reglas, ya que con los adelantos informáticos de hoy día se pierde la emoción, puesto que no hay pistola en mano y saca de dinero en metálico, sino un simple apretar un botón y miles de millones ya están ingresados en la cuenta.
Por ese camino transita este thriller moderno en el que a Jack Stainfield, encargado de la seguridad de un banco de Seatle, le secuestran a su mujer (arquitecta) y a sus dos hijos para que a cambio burle su propio inexpugnable sistema informático y transfiera un poco de los clientes más importantes hasta sumar cien millones de dólares a una cuenta a nombre de Bill Cox en el extranjero.
Este es el meollo de la cuestión, el resto se rellena a base del secuestro, un poco de suspense en la visita al banco, el intento de fuga de la familia y un poco de acción al final, ya que el resto se desarrolla en dos escenarios, la lujosa y moderna casa diseñada por la esposa y el informatizado banco.
La película trata de enseñarnos las ventajas de las nuevas tecnologías y el peligro que encierran cuando éstas se usan con malos propósitos como el de robar.
El guion está bien construido, aunque resulte previsible y con los habituales convencionalismos del género.
Un buen trabajo en general de los actores sobresaliendo la fuerza de Paul Bettany y la comedida interpretación de Virginia Madsen.
Richard Loncraine, director británico que hasta ahora no ha demostrado mucha brillantez en sus cintas anteriores, como la moderna versión de 'Ricardo III' (1995) o la comedia deportiva 'Wimbledon' (2004), hace una puesta en escena aseada, que se sigue con interés, sobre todo para los que no somos expertos en informática y nos creemos que todo eso es posible hoy día.
Bulos más gordos nos han metido en otras ocasiones.