Título: | BLADE II | |
Tit. Orig.: |
BLADE II | |
Nacionalidad: | EE.UU., 2002 | |
Dirección: |
GUILLERMO DEL TORO |
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Guión: |
DAVID S. GOYER |
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Fotografía: |
GABRIEL BERISTAIN |
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Música |
MARCO BELTRAMI |
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Interpretes: |
WESLEY SNIPES, KRIS KRISTOFFERSON, RON PERLMAN, LEONOR VARELA, NORMAN REEDUS, THOMAS KRETSCHMAN, LUKE GOSS, MATTHEW SCHULZE, DANNY JOHN JULES, DONNIE YEN |
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Censura: | NO RECOMENDADA PARA MENORES DE 18 AÑOS | |
Duración: |
117 MINUTOS |
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Por PACO CASADO
Ante los 112 millones producidos en la taquilla por 'Blade' (1998), que se convirtió en uno de los productos más rentables de ese año, era previsible una secuela, ahora llevada a cabo por el especialista en cine de terror, el mexicano Guillermo del Toro.
Está basada en el cómic de la Marvel que creara en 1973 Mark Wolfman en 'La tumba de Drácula' y a partir de ahí David S. Goyer ha inventado esta continuación o nueva aventura en la que Blade ha de aliarse con sus mortales enemigos, los vampiros, para combatir a una raza más terrorífica, los Reaper, que no sólo se alimentan de sangre humana sino también de los propios vampiros, a los que tratan de eliminar para hacerse con el poder del mundo.
Guillermo del Toro vuelve así al cine de Hollywood, pero esta vez ha podido imponer condiciones y hacer un film más cercano a su cine, al de sus cintas más modestas como 'Cronos' (1993) o 'El espinazo del diablo' (2001) y más alejado del estilo de 'Mimic' (1997), que fracasó.
Ahora con un presupuesto que duplica al anterior (75 millones de dólares) ha conseguido hacerlo rentable al estar durante tres semanas en cabeza de la taquilla norteamericana.
El éxito no ha hecho más que comenzar y ya está dispuesto a la tercera entrega.
Ha hecho una película más sombría, oscura y terrorífica que la primera, con una estética tenebrista y una acción trepidante, pero tan insoportable en interminables peleas de artes marciales increíbles que aburren al espectador no adicto al género, en un guion con un endeble argumento.
Original los componentes bucales de la nueva raza y algunos efectos especiales, pero nada más.
En definitiva más de lo mismo.