Título:	DANDO LA NOTA. ¡AÚN MÁS ALTO!
Tit. Orig.:	PITCH PERFECT 2
Nacionalidad:	EE.UU., 2015
Dirección:	ELIZABETH BANKS
Guión:	KAY CANNON. Basado en los personajes creados por MICKEY RAPKIN
Fotografía:	JIM DENAULT
Música	MARK MOTHERSBAUGH
Interpretes:	ANNA KENDRICK, REBEL WILSON, HAILEE STEINFELD, BRITTANY SNOW, SKYLAR ASTIN, ADAM DeVINE, KATEY SAGAL, BEN PLATT, ALEXIS KNAPP
Censura:	NO RECOMENDADA PARA MENORES DE 7 AÑOS
Duración:	115 MINUTOS

 Por  PACO CASADO

    Casi nunca las segundas partes fueron buenas, pero si la precedente es floja difícil es que no vaya por la misma línea.
 Tras costar 17 millones de dólares y recaudar 113 la primera, Dando la nota (2012), una comedia musical basada en la novela de Mickey Rapkin, que fue toda una sorpresa, era natural que hubiera una continuación y en este sentido el acierto ha sido pleno al alcanzar en la primera semana de su estreno el primer puesto en la taquilla americana con más de 70 millones.
 El grupo universitario femenino de música a capela The Barden Bellas, tras ganar el título nacional hace dos años, ha sido descalificado del concurso nacional, tras cometer un grosero y escandaloso incidente en presencia del Presidente Obama, lo que no le impide que se lance a competir por el título internacional que se celebra en Copenhague y para ello tendrán que enfrentarse a la presión y a sus miedos personales.
 Al grupo se añade Emily, una nueva aspirante a formar parte del mismo, con ganas de seguir las huellas de su madre Katherine que también formó parte de él, que pronto se integra con las demás aportando finalmente la canción con la que competirán por el triunfo y con ello no descubrimos nada que no se intuya en el previsible desenlace.
 En este caso el director de la primera, Jason Moore, ha sido cambiado por una de las actrices de la anterior, Elizabeth Banks, que además se ha reservado el pequeño papel de la copresentadora, que se ha pasado a la dirección.
 El problema está en el guion que es francamente flojo, es menos divertido, reiterativo en muchas ocasiones, que no aporta nada nuevo, en el que lo único que hace es acumular escenas de relleno de tramas insustanciales, con un esquema similar, con situaciones pretendidamente cómicas que no lo son, lo que le resta ritmo y se hace monótona una narración que todos sabemos a dónde va a desembocar finalmente.
 Lo mejor es el juego de voces de los números musicales con un interesante uso de canciones conocidas que van desde los años cuarenta hasta nuestros días, pero las coreografías de las mismas son más bien insulsas y sin ningún relieve.
 El debut en la dirección de Elizabeth Banks lo hace con una puesta en escena vulgar, sin apenas gracias, chistes fáciles, cuya única comicidad corre a cargo de la australiana Rebel Wilson como la inigualable Patricia, llamada Amy la Gorda, con situaciones penosas o escatológicas, mientras que las demás hacen más o menos correctamente sus respetivos papeles destacando entre ellas la emergente Anna Kendrick.
 Destaca la rivalidad que se establece en el concurso internacional entre Norteamérica y Alemania, así como la sátira sobre el racismo y el machismo, en una película muy de mujeres y para mujeres.