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CRITICA
Por: PACO CASADO
En la década de los 60 los Estados Unidos y la Unión Soviética se encuentran enfrascadas en plena Guerra Fría. El 1 de mayo de 1960 un avión americano U2 fue derribado por el ejército enemigo cuando sobrevolaba territorio soviético en misión de espionaje.
Sorprendentemente, el piloto, Francis Gary Powers, logra escapar gracias a su paracaídas. Cuando ya se creía a salvo, es capturado por los soviéticos.
Esta es la historia del abogado de Brooklyn, James B. Donovan que es el encargado por la CIA de negociar la liberación del soldado para ser intercambiado por el espía soviético Rudolf Abel, capturado por el FBI tres años antes, que es como comienza esta producción.
Steven Spielberg es una garantía, un seguro de calidad, para una buena película con notables escenas en la que vuelve a retratar el siglo XX a través de un personaje real, el del negociador del primer intercambio de espías entre Estados Unidos y la Unión Soviética, que resulta apasionante a pesar de que el caso sea conocido por parte del espectador.
Puede parecer un thriller judicial, pero no lo es, eso es tan solo la primera parte. Con este film se recupera al mejor Spielberg, el más clásico, rodado espléndidamente, deteniéndose en los pequeños detalles, mostrándonos la Guerra Fría de manera realista, con esa espléndida reconstrucción del muro de Berlín, rodada en estudios pero con gran verismo, simplicidad y eficacia, que parece que estuvieran las cámaras allí en ese momento, incluido el metro, planificado todo de forma prodigiosa y perfectamente ambientada en esos años 60 del pasado siglo.
El estupendo guion de los hermanos Coen con Matt Charman, basado en la obra teatral de este último, tiene una especie de prólogo con el apresamiento de Rudolph Abel, el tranquilo espía pintor, que abarca buen trozo de la primera parte, para después entrar en el episodio de la caída del piloto y el posterior intercambio entre ambos, además de un estudiante americano detenido en Berlín que es tomado por un espía.
A pesar del extenso metraje la historia no cansa, todo lo contrario, se desea que profundice más en la investigación, aunque personalmente creemos que en ese aspecto se reitera un poco, como igual se pasa en mostrar el maltrato dado por los soviéticos al soldado americano, mientras que éstos cuidan al espía ruso con delicadeza, pero no obstante se logra crear el suspense en los metros finales del intercambio.
Es una cinta de espionaje en la que no hay apenas acción como en las de James Bond, ni las complicadas tramas de John Le Carré, sino puro cine clásico de espías de calidad sobre la Guerra Fría.
Muy bien perfilado el abogado que es una persona honrada, íntegra, que apuesta por el ser humano y el cumplimiento de su deber, que busca la justicia, que descubre que todos le odian incluso su familia a la que pone en peligro por defender a un espía comunista ruso cumpliendo con su obligación aunque sea culpable, que no le comprende su esposa a la que incluso engaña para cumplir su misión y que no se enfade, convirtiéndose así, calladamente en un héroe, del que hace un estupendo trabajo Tom Hank.
Y en este sentido es una sorpresa Mark Ryland, actor inglés que incorpora al personaje del espía soviético, impasible, inalterable, tranquilo e irónico a veces.
La relación que se establece entre cliente y abogado defensor está muy bien expresada, siempre respetándose mutuamente a pesar de militar en bandos opuestos y con maneras de pensar diferentes, pero cada uno cumpliendo con su cometido.
A Spielberg le interesan más los personajes y su sentido de la ética y presta mucha atención a los primeros planos de objetos, siempre justificados, sabiendo dónde poner la cámara para elegir el mejor ángulo de lo que nos está contando y sin que sea apenas perceptible su presencia, como igual ocurre con la música de Thomas Newman, que ha tomado el relevo de John Williams, al que el genial compositor ha recomendado, que tan sólo suena a partir de la media hora de metraje y se hace notar en los metros finales en los momentos más vibrantes.
Premio Hollywood a la mejor fotografía y sonido.
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