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CRITICA
Por: PACO CASADO
Llegadas las vísperas de estas fiestas suelen aparecer como las setas del campo las películas con temas navideños, tanto en el cine como en la televisión, por lo que esta vez no iba a ser distinto, y así surge esta 'Krampus: Maldita Navidad'.
El espíritu de la Navidad simboliza la unión de la familia en la que se produce el hecho de dar y de recibir.
Krampus es el personaje navideño del folclore austriaco contrario a Papá Noel: es el encargado de castigar a los niños que se han portado mal durante el año.
En los días previos a la Navidad, el joven Max tiene una disputa con unos primos que se burlan de él al leer en público, ante su desestructurada familia, la carta que iba a enviar a Santa Claus.
Desilusionado, pierde la fe en esos buenos sentimiento y decide ignorar la Navidad no celebrando estas fiestas amargando a la familia, algo que hará que se desate la ira de Krampus, un personaje que aparece el 5 de diciembre para castigar a los niños que no se han portado bien, según la tradición de los países alpinos, algo así como la cara oscura de Santa Claus, con el cuerpo cubierto de mucho pelo, dientes afilados, largos cuernos retorcidos y unas patas de fauno.
El hogar de la familia se convertirá en una pesadilla cuando esta siniestra criatura procure que los iconos navideños adquieran vida propia y les haga padecer un auténtico infierno.
Una historia de terror y comedia que recupera el mito de este demonio navideño en una pequeña película que es un cuento de Navidad que comienza como una comedia y se convierte en un film terrorífico, en una oscura fábula navideña malvada.
Su director es el guionista Michael Dougherty que debutó con 'Truco o trato' (2007) sobre la fiesta de Halloween y ahora nos ofrece su segundo largometraje sobre otra fiesta, como es la de la Navidad, aunque sea en clave aterradora, con la que demuestra que al menos en Estados Unidos esta clase de cintas, mezcla de Navidad y terror, siguen funcionando en la taquilla, ya que sólo en el fin de semana de su estreno 'Krampus' superó su presupuesto no demasiado elevado en este caso.
Discretamente dirigida, aunque con un montaje demasiado rápido en las escenas terroríficas, creemos que resulta mejor toda la primera parte que el último tercio.
Está interpretada por algunos nombres conocidos que integran su reparto caso de Toni Collette o David Koechner que logran una película entretenida para los que gusten de esta mezcla de géneros tan dispares como la amabilidad y buen rollo navideño y al mismo tiempo pasar un poco de miedo.
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