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CRITICA
Por: PACO CASADO
'Zoolander 2' es una comedia escrita, producida, dirigida e interpretada por Ben Stiller que parodia la banalidad del mundo de la moda con su complicidad, como lo demuestran los cameos de Kate Moss, Valentino, Anne Wintour directora de Vogue o Marc Jacobs que se ríen de ellos mismos demostrando su sentido del humor.
Han pasado diez años desde que dejamos a Derek Zoolander inaugurando su centro para niños que no saben leer chachi y las cosas no han ido nada bien.
Debido a una serie de desastres Zoolander decide exiliarse y durante más de una década pasa a convertirse en un fantasma.
Derek se verá obligado a volver al mundo de la moda cuando las estrellas del rock de todo el mundo comienzan a ser asesinadas y todo indica que él es el único que puede resolver el misterio. Además busca a su hijo, Derek Junior, que vivía en un orfanato y ha sido secuestrado por el villano Jacobim Mugatu, todo un icono de la estupidez, a lo que le ayuda Valentina Valencia, una ex modelo de bañadores convertida en agente de la Interpol de la moda, que se ve metida en las absurdas situaciones de tan disparatada trama.
Derek Zoolander y Hansel McDonald viven retirados de los focos, hasta que reciben una invitación para participar en el gran evento de la moda del siglo, en la antigua ciudad de Roma, organizado por Alexanya Atoz, la magnate más poderosa de este gremio, que es una instalación artística con patas, que más que andar parece flotar, que refleja la obsesión por la cirugía estética.
En esta nueva aventura tendrán que afrontar ambos todos sus miedos y su pasado para volver a convertirse en el número 1 de las pasarelas cuyo mundo de la moda está dominado en esos momentos por Don Atari, todo un enfant terrible.
En su día hicimos la crítica de la primera entrega de esta franquicia, 'Zoolander (Un descerebrado de moda)' (2001), que fue un fracaso en la taquilla y se hizo milagrosamente una película de culto, y la titulamos "Un film insoportable".
Cuando hemos ido a ver este nuevo capítulo pensábamos que peor que aquella no podía ser, pero sí, la ha superado y además con creces.
Hemos de confesar que pocas veces hemos sentido la tentación y las ganas de abandonar la sala ante tanta estulticia, pero el deber profesional nos sujetó a la butaca, aunque no dejamos de tener la sensación de estar perdiendo nuestro precioso tiempo con personajes tan extraños y extravagantes, en un guion tan vacío y estúpido, con estos tres elementos tan anormales, que provocan el aburrimiento más atroz.
Todo va más o menos bien hasta que entra en escena Will Ferrell, que supone el colmo y todo comienza a desmadrarse de una manera exagerada, donde nada tiene pies ni cabeza y a cada paso que da la trama es cada vez más absurda, con esa historia de que el hijo de Zoolander es poco menos que la fuente de la juventud.
Nos hemos sorprendido con la presencia de Penélope Cruz, que pensábamos que tendría una colaboración, sin embargo se le ha dado bastante protagonismo y además tenemos que decir que está bien y es a nuestro entender lo mejor de esta porquería de comedia.
Plagada de una lista interminable de cameos y secundarios de lujo en un absurdo argumento, con gags poco afortunados, que no invitan a reír en ningún momento.
Lo peor que llevamos visto de la temporada, todo un bochorno de película tan tonta para la que ha hecho falta ¡cuatro guionistas!.
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