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CRITICA
Por: PACO CASADO
Algunos de los mayores triunfos del cine español reciente los ha cosechado en el género del thriller con películas de atracos, investigación sobre crímenes o tráfico de drogas, entre otros delitos.
Mucha acción es lo que a priori ofrece este thriller sobre el robo a un banco, por una banda plurinacional de seis hombres enmascarados y armados en la que hay españoles, argentinos y uruguayos, sobre el que planea la crisis y la corrupción con guion de Jorge Guerricaechevarría, que se desarrolla en una mañana lluviosa en la ciudad de Valencia en la que un grupo de atracadores entra en una sucursal bancaria para robar, donde además de dinero, que es lo que más les interesa, hay joyas y una caja de seguridad que contiene un disco duro con documentos que comprometen al partido del gobierno.
Muchas veces se ha dicho que la ficción supera a la realidad y así ha ocurrido en este caso en el que el guion, que fue escrito bastante tiempo antes de que se descubriera la corrupción habida en la capital del Turia, donde se desarrolla la acción, coincidiera ficción y realidad, e incluso ha habido alguna denuncia que lo tachan de copia de un film anterior, con lo que está libre de toda sospecha de querer atacar a un partido político concreto ya que no se menciona a ninguno, aunque la casual coincidencia haga sospechar.
Es fácil que recuerde a algunos títulos precedentes del género al tiempo que hace un retrato real de la España actual.
La historia, que se inspira en algunos hechos similares ocurridos en 2006 en Argentina, ha sido llevada a nuestro terreno, y está enfocada desde el punto de vista de los atracadores que son los que caen bien a los espectadores frente a la corrupción de los políticos, los bancos, la policía, etc.
La cinta resulta muy entretenida con algunos aspectos divertidos dentro de la seriedad que exige el tema, aunque con cosas que son poco creíbles, ya que si se profundiza se le encuentran fallos al mezclar el atraco con la cuestión política que se toca de paso, con ciertos giros en la actitud sobre el compañerismo de los atracadores.
Película realizada con un notable presupuesto (seis millones de euros) y un gran reparto cuyo resultado final desmerece si se la compara con La isla mínima (2014), 'El niño' (2014) o 'El desconocido' (2015) puesto que la dirección de este noveno largometraje de Daniel Calparsoro no acaba de ser todo lo redonda que se espera, aspecto en lo que más flojea, aunque entretiene, funciona, es correcto, pero con situaciones y giros que lesionan la continuidad del argumento.
Calparsoro, que comenzó haciendo cine independiente, se ha convertido un director artesanal, especialista en títulos de acción, aunque nunca logró un producto realmente destacable, siendo a nuestro entender su mejores logros 'Guerreros' (2002), 'Invasor' (2012), 'Combustión' (2013) y éste.
Raúl Arévalo está muy bien en su serio personaje, Luis Tosar hace su papel de siempre y la sorpresa está en la buena actuación del argentino Rodrigo de la Serna encarnando a El Uruguayo, mientras que el personaje de Sandra, la directora que interpreta Patricia Vico, queda en segundo lugar y no tiene mucha fuerza.
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