Si el estreno de Los hombres que no amaban a las mujeres supuso un éxito sin precedentes en las taquillas de los países escandinavos, la segunda entrega de la trilogía Millennium confirma, con resultados incluso mejores que los de su antecesora, que el fenómeno Larsson continua creciendo y batiendo todos los récords. Con un estreno simultáneo en Suecia, Dinamarca, Noruega y Finlandia, donde se distribuyeron 420 copias, La chica que soñaba con una cerilla y un bidón de gasolina ya ha sido vista por 477.000 espectadores en su primer fin de semana (25.000 más que la primera parte de la trilogía), convirtiéndose por descontado en número 1 de taquilla con un total de 4,2 millones de euros recaudados.
Teniendo en cuenta que éstos son mercados considerablemente menores al español, estamos hablando de cifras realmente espectaculares. Sirva como dato comparativo el estado por ejemplo del ranking anual solamente en Suecia, donde en lo que va de 2009 Los hombres que no amaban a las mujeres es con mucha diferencia la película más vista del año. Más de 11 millones de euros recaudados son la prueba de lo insólito de este fenómeno que deja insultantemente lejos a todas sus perseguidoras, a pesar de tratarse éstas de superproducciones tan relevantes como el último Harry Potter (6,7 millones), Ice Age (4,7) o Ángeles y Demonios (3,4). Y aún con todo, las primeras 72 horas de La chica que soñaba con una cerilla y un bidón de gasolina amenazan ya con superar estas cifras que parecían insuperables, demostrando que la fiebre Larsson no conoce todavía sus límites.