30 Octubre 2021. Paula Hernández compite en la 66 Seminci con 'Las siamesas' y Nathalie Álvarez Mesén, primera costarricense en competir en el festival con 'Clara Sola'.
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La directora argentina Paula Hernández ha visitado la 66 Semana Internacional de Cine de Valladolid, Seminci, para presentar 'Las siamesas', película a concurso en Sección Oficial, resultado de «una búsqueda de libertad que nada tiene que ver con salir e improvisar, porque todo está minuciosamente trabajado». La cinta se estrena en España en Seminci, que celebra en esta jornada de jueves el Día de Argentina, país invitado de esta edición. Precisamente, hoy se ha anunciado que esta película es una de las quince precandidatas al Goya a mejor película iberoamericana.
Rodada «en 15 días, con pocos personajes y un equipo pequeño, casi como un cortometraje», la cinta narra la historia de Clota y Stella, madre e hija que conviven en un viejo caserón familiar en medio de una rutina endogámica. Cuando a Stella se le presenta la oportunidad de, por fin, independizarse, Clota lo percibe como una separación quirúrgica y aterradora. «La película se basa en un cuento de Guillermo Saccomanno sobre el vínculo entre una madre y su hija», ha contado Hernández, «que apareció mientras rodaba Los Sonámbulos y me servía para seguir reflexionando sobre cuestiones que tienen que ver con la maternidad, que aparece también en ese filme anterior». De hecho, «fue terminar con Los sonámbulos y empezar con Las siamesas casi con el mismo equipo, es una película hecha entre amigos».
«Al principio, no sabía si convertirlo en un proyecto teatral, pero, tras unos meses de encuentro con las actrices, Valeria Lois y Rita Cortese, decidimos que tenía que ser una película», ha explicado la directora, que firma el guion junto a Leonel D’Agostino. «Yo ya había trabajado con ellas de forma independiente y hacía mucho tiempo que quería juntarlas en una película», ha confesado. «Para mí, lo más importante que tiene la película es la construcción tan minuciosa que ellas han hecho de los personajes». Algo que ha corroborado Lois, presente hoy junto a Hernández en el Salón de los Espejos del Teatro Calderón, donde han atendido a los medios de comunicación: «En la película, veo que Rita y yo somos inseparables, y eso es algo que creo que va más allá de las búsquedas formales que uno pueda tener en una producción». La actriz ha asegurado también que «el armado de los personajes lo hicimos entre las tres», en referencia a ella, la coprotagonista y la directora, y que «todo el equipo se apropió de ellos para contar la historia».
La intérprete ha hablado también sobre el auge del cine argentino dirigido y protagonizado por mujeres: «En realidad, siempre tuvimos grandes directoras y actrices, no es que hayan aparecido ahora, pero empieza a tener su lugar de forma muy contundente». «Lo celebro por las mujeres y también por los hombres, porque es necesario que las propias mujeres cuenten historias femeninas», ha añadido. En este sentido, Hernández ha apuntado: «Por supuesto, soy mujer y tengo una percepción como tal, pero en mis películas también hay hombres protagonistas, porque lo que me interesa es una mirada sobre la humanidad». «Las personas que elijo para trabajar en mis películas son aquellas que entienden el universo que creo y entienden las preguntas que quiero lanzar», ha dicho.
La Covid-19 no interfirió en el rodaje de la película, que tuvo lugar en octubre de 2019, cuando el equipo aún estaba «en movimiento con Los sonámbulos, en festivales como el de San Sebastián o Toronto». «La pandemia nos ha permitido otras formas de trabajo y en el montaje, más relajado sin un cronograma apretado, encontramos muchos detalles», ha relatado Hernández. «Pero sí que ha sido muy difícil saber qué iba a pasar con la película, pensaba que sería catapultada a un esquema online y no estaba pensada para las plataformas», ha reconocido. «Este es el primer festival en el que podemos acompañar a la película, todos han sido online».
'Las siamesas' «ya se ha estrenado en Argentina y está empezando a venderse fuera», ha apuntado la directora, que ha añadido: «Veremos qué ocurre en España, la selección para los Goya quizá nos dé la posibilidad de estrenarla aquí». «La pandemia ha cambiado los tiempos en los estrenos de películas, todavía tengo la anterior pendiente de llegar a varios países con contratos ya hechos, así que vamos a ir viendo cómo, cuándo y dónde se estrena», ha concluido.
Por otro lado, Nathalie Álvarez Mesén compite con su ópera prima, Clara Sola, por la Espiga de Oro en la 66 Semana Internacional de Cine de Valladolid, Seminci, «una película abierta, porque deja que el público coja de ella lo que necesita para sí mismo». Es la primera vez que Costa Rica presenta en Seminci una producción, algo que hace sentir «muy orgullosa» a la directora. El festival, además, acoge el estreno en España de la cinta, que tuvo su premiere mundial en la Quincena de Realizadores de Cannes el pasado mes de julio.
«Es la historia de una mujer que vive en la montaña en Costa Rica, y todos en su pueblo piensan que tiene una conexión con la Virgen María y le piden milagros», ha explicado la directora en el encuentro que ha mantenido hoy con los medios de comunicación en el Salón de los Espejos del Teatro Calderón, sede de Seminci. «Ser la santa del lugar no es compatible con tener una sexualidad, y la película narra su liberación en ese sentido», ha continuado, «un despertar sexual que va en paralelo a otro místico». «Es una película de realismo mágico, en la que la naturaleza es un personaje más: si estamos solos en la naturaleza, no tenemos un papel que jugar, y existe una honestidad con nosotros mismos que Clara, la protagonista, intenta mantener», ha relatado.
«Tiene mucho de mí, pero también de otras personas que han sido parte del proceso», ha comentado la directora. En este sentido, ha señalado: «La mayoría de mi familia es católica y tengo recuerdos bonitos de esa comunidad, pero creo que existen ciertas pautas que se reproducen por tradición que hay que quebrar, como, por ejemplo, que la mujer tenga que aspirar a ser imagen de la Virgen María, porque es imposible ser virgen y ser madre». «En mi caso y en el de la coescritora del guion, Maria Camila Arias, hemos crecido entre mujeres que imponían patrones del patriarcado», ha contado. «Hemos hecho también mucha labor de investigación, en la que conocimos la historia de una mujer que decía que veía a la Virgen María, y recibió muchas críticas porque se maquillaba y le decían que no era decente», ha dicho. «Ella se defendía diciendo que hablaba con la Virgen, pero que no era la Virgen».
«El personaje de Clara surgió en un curso de guion que hice en la universidad, en el que teníamos que crear una historia a partir de fotografías y pinturas», ha recordado la cineasta costarricense. «Le fui dando forma con Maria Camila cuando vimos que teníamos muchas similitudes en cuanto a las normas que habíamos heredado de nuestras madres». «Siempre se habló abiertamente del sexo en cuanto a la parte biológica, pero no en cuanto a las fantasías, y sentía que no había un espacio en el que hablar del deseo femenino», ha añadido, «así que esta película es un grano de arena para hablar de ello, para mirar a nuestros cuerpos y aceptar lo que sentimos».
A la hora de elegir a la actriz para dar vida a Clara, Hernández ha asegurado «tener claro» que necesitaba a una persona «con mucha conciencia corporal». La elegida fue la bailarina Wendy Chinchilla Araya, que «tiene una movilidad increíble». «Como dice Wendy, Clara baila pero en un baile interno, es un personaje muy quieto pero que se mueve mucho por dentro». «Tenemos una relación muy especial porque las dos venimos del escenario, de trabajar con el físico, y cuando nos conocimos éramos unas lobas a las que poco a poco íbamos añadiendo humanidad», ha expresado la directora, que ha subrayado que «esta es también la primera película para Wendy». «Al final, el personaje de Clara quedó con un 20% de loba, esa parte intuitiva de que le conecta con la naturaleza».
«Hacer cine en Costa Rica es difícil, no hay mucho apoyo, aunque ahora están apareciendo nuevas leyes que van a ayudar a hacer más películas y de mejor calidad», ha comentado la directora. «Pero, hasta el momento, ha sido gracias a las coproducciones el cine costarricense ha salido adelante», ha manifestado. En el caso de Clara Sola, es una coproducción entre Costa Rica, Suecia y Alemania. «Lo lindo es que hay muchas directoras, y la mayoría de las películas costarricenses que llegan a los festivales son de mujeres», ha continuado.
Clara Sola «se estrenará en Costa Rica en dos semanas y en Suecia, en tres», ha apuntado Álvarez Mesén, que también ha avanzado que la película llegará a las salas de cine españolas «en el primer semestre del año que viene».
