3 Junio 2022.  El documental ‘The rumba Kings’ ha tenido una proyección al aire libre en el barrio del Moral de Tarifa con la presencia de su director, Alan Brain.

                                                                 
    Reflexión, cine africano de vanguardia, películas a concurso y fuera de competición, además de proyecciones en el casco urbano de Tarifa marcan el miércoles, la sexta jornada del 19 Festival de Cine Africano-FCAT. El foro del Árbol de las Palabras ha programado dos sesiones por la mañana en la que la conversación y el pensamiento crítico han servido para analizar tanto la descolonización como el gran cine de autor africano actual.

  En el primer encuentro temático, en el que ha participado el Centro de Iniciativas Culturales de la Universidad de Sevilla (CICUS), se ha reflexionado sobre Descolonizar la mirada. Cine y creación contemporánea. En la conversación han estado Rafael Rodríguez López, Yassine Chouati, Luis Martínez Montiel y Beatriz Mbula, con la moderación de Luis Méndez. Ha habido mucha autocrítica, tanto sobre cómo occidente suaviza la mirada hacia África, como de la necesidad de los africanos de descolonizarse a sí mismos en una sociedad donde el poder total está en manos del mercado. Asimismo, se ha aludido a los colonialismos vigentes en nuestros días en el continente vecino que, vengan de donde vengan, siguen perjudicando y esquilmando a África.

  A continuación, el director que ha puesto a Lesoto en el mapa a muchos cinéfilos, Lemohang Jeremiah Mosese, ha ofrecido una clase magistral conversada con Javier Estrada en el Liceo tarifeño. Artista visual y vanguardia cinematográfica del continente es autor de películas que han marcado las últimas ediciones del FCAT y de otros festivales como Mother, I Am Suffocating. This Is My Last Film About You (2019) o This Is Not a Burial, It's a Resurrection (2021), que parecen más un verso que el título de una película.

  Lemohang, uno de los cineastas “más estimulantes” de la escena internacional en palabras de Javier H. Estrada, ha realizado un viaje a sus orígenes en el cine, que se inició a través del sonido, antes de la imagen, en su pequeño pueblo lesotense donde escuchaba desde fuera antes de ver las imágenes. “Eso forjó mi imaginación”, ha confesado en Tarifa, mientras que Estrada ha conectado la anécdota con los inicios en el cine, también a través del sonido, del gran maestro senegalés Djibryl Diop Mambèty.

  El autor, afincado en Berlín, ha hablado de la necesidad de “vomitar” sus sentimientos sobre el papel a la hora de abordar el guión de sus películas, así como del “sentimiento de pérdida constante” con el que convive. Asimismo, que ha tenido que “desenterrar” muchas cosas aprendidas para llegar a la semilla de su cine de hoy, a las “parábolas” que escribe para la pantalla.
 
  El director Alan Brain ha llegado a Tarifa para acompañar su documental The Rumba Kings. A mediodía charló con Pablo de María y con el público sobre su película en Aperitivos de cine y por la noche ha tenido lugar una proyección especial callejera y al aire libre en el barrio del Moral de Tarifa con la presencia de Brain.

  La música con la que forjó su identidad la República Democrática del Congo se plasma en este documental que bucea en el origen de la fusión de los ritmos tradicionales africanos con la música afrocubana, culpables del electrizante ritmo de la rumba congoleña.

  “Hay un proceso fuerte de emancipación cultural que se destila de la rumba congoleña”, ha declarado Alan Brain, el director de The Rumba Kings, en el aperitivo de cine dedicado a esta película. Se trata de un documental “alegre y disfrutable”, según el cineasta, “pese al trasfondo colonial tremendo” que desprende la obra. Alan Brain ha querido “devolver al Congo lo que es suyo”, a través de una obra en la que se respira humor y complicidad. De hecho, la rumba congolesa fue declarada por la UNESCO Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad en 2021. “Es una película para ver de pie mejor que sentado”, ha concluido el director, que ha invitado a todo el público a bailar durante la proyección al aire libre.
 
  Por otro lado, Freda (Benin, Haití, 2021) se localiza en Haití en torno a una familia que sobrevive gracias a una pequeña tienda de alimentación. Frente a la precariedad y la violencia cotidiana, cada uno intenta escapar como puede de esta situación. Dispuesta a renunciar a su propia felicidad. Como Freda, la protagonista, quien decide apostar en el futuro de su país. Su productor, Faissol Gnonlonfin, acompañará la película a partir de mañana.

  La Iglesia de Santa María ha acogido una de las proyecciones especiales del FCAT, Jean Genêt, Notre-Père-Desfleurs, última película, póstuma e inédita de Dalila Ennadre, que falleció en 2020 durante el montaje de su película. “Bajo la sombra benévola de Jean Genet, enterrado en Marruecos, esta película es un diálogo entre vivos y muertos, una invitación a unir los mundos, entre sorda revuelta humanista y elegía poética”, en palabras que dejó para la posteridad.

  Por último, tras pasar por los festivales de Sevilla y Rotterdam, llega a Tarifa Black Medusa, una película basada en “una Túnez que bien podría haber sido filmada por Jarmusch”, como escriben desde Filmin. Es una película visceral, siniestra y escalofriante con todas las características de un film noir y su director, Ismaël,ha tenido la oportunidad de presentarla y dialogar sobre ella en Tarifa.