Este es un film sobre Liniers, uno de los más jóvenes y talentosos historietistas argentinos. En la intimidad de una casa de Montreal, mientras afuera hacen -30ºC, Liniers crea, duda, sueña. A mí me cuesta salir afuera con mi cámara. Vivimos juntos durante dos meses gracias a una beca para artistas extranjeros. Nunca antes, ninguno de los dos convivió tanto tiempo con un extraño. Este encierro forzoso me permite descubrir, que la mejor historia a contar es la que tengo al lado mío: la de un artista que se nutre de lo cotidiano, que pinta con manchas de vino o de café, en medio del caos. Sus dibujos son simples, humanos, imperfectos. Nos reencontramos un año después en una Buenos Aires calurosa, sofocante. Aquí Liniers parece otro. Acaba de ser padre. Sus tiras salen todos los días en el diario La Nación, en libros y revistas. Es un artista mimado por la crítica. Le propongo continuar el rodaje. Mostrar la contracara de Montréal. El encuentro es tenso. Se niega. Dice que un creador no puede mostrar los hilos que dan vida a sus marionetas. Quizá, sólo se trate, entonces, de seguir, pacientemente, el trazo simple de las cosas. Dirigida por FRANCA GONZÁLEZ. Documental.