A Ismael no le va muy bien últimamente. Es un guionista en horas bajas, ha engordado más de veinte kilos, su novia le ha dejado por su jefe, y sus cuentas están a cero. Sólo le faltaba ser testigo de un violento atraco y verse presionado por la policía para identificar a Willy, un peligroso delincuente que a su vez le intimida para que no lo haga. En esa encrucijada, atormentado por los celos y los desarreglos intestinales, Ismael conoce a Débora, una joven prostituta cuya natural dulzura supone para Ismael lo más parecido a una redención. Pero el comisario Iturrioz no descansa. Dirigida por ESTEBAN y JOSÉ MIGUEL IBARRETXE e interpretada por JAVIER MERINO, ANTONIO DECHENT, ÁLEX ANGULO.
"Un mundo casi perfecto" es una comedia política y socialmente incorrecta, y por ello mismo doblemente necesaria por cuanto tiene de gesto primigenio de libertad en un mundo en el que, como nunca antes, hasta las más ínfimas expresiones culturales nacen y mueren sometidas a una presunta corrección que no es sino un páramo de miedo y miseria en el que los sátrapas de la globalización pretenden diluirnos y hacernos desaparecer. Si nos dejamos, claro.
Nadie sabe qué hacemos aquí ni qué es esto. Y nadie nos lo va a decir. En UMCP el metalenguaje es como un sueño especular que fluctúa entre la convención que asumimos como realidad, y la ficción que surge como un vómito urgente e inevitable. Para Ismael (Javier Merino), guionista chusquero empeñado en deshacerse de la piel del mercenario que es por necesidad, para volar libre con su creatividad, sus ensoñaciones y su suerte negra, el mundo es algo más bien hostil para lo que no está del todo preparado. O sí...
No es ése el caso de Willy (Antonio Dechent), un inadaptado como Ismael, pero aparentemente mucho más equipado para bregar con la realidad gracias a la exagerada autoestima que le proporciona su dilatada carrera de atracador profesional. Quizás por ello acaba cuajando entre ambos una insólita amistad que no sabemos cuánto tiene de lealtad sincera y cuánto de síndrome de Estocolmo.
Junto a ellos coexisten otros personajes que también reclaman su lugar bajo un sol casi perfecto, todos ellos sobrenadando en las turbulentas aguas del caos y el azar, donde al parecer estamos aunque nos empeñemos en mantener a toda costa la ilusión de que esto tiene algún sentido…
que misteriosamente a veces parece tener. Pero por encima de todo, y antes que nada, "Un mundo casi perfecto" es una historia de amor, venganza, amistad y redención.
En dos palabras: ésta no es una película normal.