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CRITICA
Por: PACO CASADO
En el cine germano el tema del nazismo es como una especie de subgénero de las películas de guerra, aunque las consecuencias y la persecución de los que llevaron a cabo el holocausto es menos frecuente, tal vez por ello llama la atención 'El caso Fritz Bauer' (2015) de cómo este fiscal lucha por la democracia en busca de justicia.
Doce años después de la Segunda Guerra Mundial y el Nazismo, el fiscal general Fritz Bauer se ha comprometido a detener a los criminales nazis.
La clave decisiva llega cuando en 1957 obtiene una pista fiable del paradero del ex-SS Adolf Eichmann, la representación perfecta del mal, tras recibir una carta en la que daba unos datos certeros de un tal Lothar Hermann de que se encontraba en Buenos Aires.
Pero Alemania se resiste a sacar a la luz ese horrible capítulo de su historia ya que no sólo escondía complicidades nazis en las altas esferas, sino también la existencia de un estado policial que perseguía y chantajeaba a ciudadanos de dudosas tendencias sexuales.
En una época, la de los años 50, marcada por el deseo de Alemania de enterrar su pasado, el tenaz fiscal general del estado Fritz Bauer hizo lo imposible por detener a los criminales nazis que habían huido y en muchos casos amparados desde esferas de poder, mientras aún perduraba el racismo y recibía amenazas de muerte o desaparecían archivos de los casos de su despacho.
A Bauer no le movía un sentido de venganza por el hecho de ser judío sino el de sanear la democracia germana en la que aún había secretos, intereses políticos y conspiraciones internas o corrupciones ideológicas.
En este caso se centra en los entresijos de la detención en Argentina del ex-teniente de las SS responsable de la solución final y del transporte de deportados judíos a los campos de concentración nazis Adolf Eichmann.
Con este film el cineasta Lars Kraume intenta denunciar la vergüenza que aún siente Alemania tras tapar sus errores del pasado, tratando de poner al día la historia, hacer justicia y homenajear a este personaje casi desconocido, Fritz Bauer, un judío huido a Dinamarca y después a Suecia hasta regresar a Alemania en 1950, siendo nombrado fiscal general, encontrando en algunas de las instituciones del Estado y en el Gobierno dificultades cuando en 1957 decidió abrir la investigación de este caso, por lo que decidió pactar con el Mossad en Israel, aunque eso fuera ilegal por ser un acto de traición a su país.
Todo ello conllevó a la detención o secuestro de Eichmann que le entregó a los tribunales, a su posterior enjuiciamiento y a la ejecución final.
En el aspecto cinematográfico está llevada de forma muy correcta, con una adecuada fotografía y música aunque en el guion, que tiene un esquema de cine negro o de espionaje, sobra la ficticia acción paralela del personaje del joven fiscal Karl Angermann que ayuda a Bauer, con el que comparte una subtrama de clandestinidad sexual.
Es de destacar la estupenda y muy creíble interpretación que hace del fiscal general el actor Burghart Klaubner cuyo trabajo ha sido reconocido por algún que otro premio.
El director alemán Lars Kraume, que debutó en el largometraje con 'Todo por el éxito' (2001) hace con este su sexto título en el que confecciona un retrato de este hombre todo un héroe en su país que luchó por sacar a la luz las barbaridades del Tercer Reich, con ciertas dosis de suspense.
Premio Bavarian al mejor actor Burghart Klaubner. Premio Hessian Film y de los críticos alemanes a la mejor cinta. Premio del público en el Festival de cine de Locarno.
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