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CRITICA
Por: PACO CASADO
Una vez más la nueva comedia americana creada por los hermanos Farrelly, Judd Appatow y compañía nos ofrece una de sus nuevas producciones con sus característica habituales y protagonizada por un de sus estrellas más comerciales como es Melissa McCarthy que en esta ocasión hasta se atreve a escribir el guion de esta historia con la grosería que es frecuente en ellas para no desentonar aunque sin pasarse.
Michelle Darnell es una mujer maniática y excéntrica, la más rica de América, es enviada a prisión por ser encontrada culpable por tráfico de influencias. Tras su salida de la cárcel y lista para renacer como la empresaria favorita de los Estados Unidos, se encuentra con que tiene que empezar de cero junto a Claire, una antigua empleada suya, madre soltera y con una hija, Rachel, que hace unos dulces estupendos llamados brownies que tras probarlos, decide montar una empresa dirigiendo a un grupo de niñas scouts.
Cuando reaparece, decidida a convertirse en la más popular del país, no todo el mundo está dispuesto a olvidar y a perdonar, sobre todo Renault, una antiguo amante, convertido en su peor enemigo que fue quien la denunció para que fuera a la cárcel.
El film sigue los pasos de esta despiadada y cruel mujer de negocios sin escrúpulos que ha de enfrentarse con la fría y dura jungla del mercado financiero y sentimientos tan humanos como el amor y la compasión, ya que en el fondo tiene un corazón noble, que tuvo una infancia desamparada y que encuentra una familia en Claire y Rachel.
Es una comedia anodina, aburrida, con el peor guion y diálogos que nos hemos encontrado en mucho tiempo, caótico, con una trama predecible, que depende demasiado de la comicidad de Melisa McCarthy, con momentos que no se sabe si se trata de un drama o de una película divertida, falta del ritmo que es necesario en las de este género al que se pretende que pertenece.
Hay situaciones que dan auténtica pena, que tratan de sacar diversión de donde no la hay, y otras en las que han de recurrir a las groserías para pretender hacer gracia y ni aún así lo consigue y para eso han sido preciso tres guionistas para no generar ni siquiera un gag o una situación divertida que merezca la pena ser recordada.
Está dirigida por Ben Falcone, un actor eminentemente de series de televisión que ha intervenido en varias cintas en papeles menores, que debutó en la dirección de un largometraje con 'Tammy' (2014) y que ahora hace su segundo título como director con 'Es la jefa' (2016).
Es el marido de Melissa McCarthy, la tercera actriz mejor pagada del cine americano, y a pesar de ello y de la fama obtenida en anteriores producciones tan solo ha conseguido en la taquilla americana duplicar el discreto presupuesto que tenía.
En el reparto figuran dos buenas actrices en papeles secundarios merecedoras de mejores guiones y personajes de los que se les ofrecen en esta ocasión a la oscarizada Kathy Bates y a Kristen Bell.
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