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CRITICA
Por: PACO CASADO
Confluyen en esta película varios géneros, por una parte el biográfico ya que se trata de una historia real, por otro lado el drama del protagonista huido del poder comunista, en otros términos el film deportivo aunque sea en uno tan poco conocido como la esgrima y finalmente de fondo las consecuencias de la Segunda Guerra Mundial ya que esta historia se desarrolla en 1953 con denuncia de la dictadura comunista.
Huyendo de la policía secreta rusa de Stalin, debido a su pasado controvertido, Endel Nelis, un joven campeón de esgrima, se ve obligado a dejar atrás Leningrado y refugiarse en Haapsalu, un pequeño pueblo de Estonia, donde empieza a trabajar en una pobre escuela como profesor encargado del área de deportes y ante las dificultades y falta de materiales que encuentra en su enseñanza, comienza a formar a un grupo de unos veinte niños pequeños en el arte de la esgrima, que es su especialidad, convirtiéndose en una especie de padre ya que muchos de ellos son huérfanos.
El pasado sin embargo le pasa factura y se pone al día con él cuando Endel tiene que elegir, entre dejar a sus alumnos, que desean acudir a un concurso convocado en Leningrado sobre este deporte, o poner en peligro su vida, al indagar el director del centro sobre su pasado.
El guion se inspira en parte en la historia real de la vida del esgrimista Endel Nelis (1925-1993), que luchó contra la opresión estalinista y fundó una escuela de esgrima, que aún funciona en la actualidad, cuyo tema principal es la influencia que ejercen las personas mayores en la educación de los pequeños, con profesores que ponen las bases para el futuro de los mismos.
La cinta muestra la continua lucha entre el patriotismo y el individualismo que impacta y cautiva al mismo tiempo.
'La clase de esgrima' es el quinto largometraje de Klaus Härö, uno de los mejores directores de la cinematografía finlandesa, de prestigio internacional, cuyas películas suelen ganar premios en los festivales que se presentan siendo ésta la primera que personalmente vemos de su aún corta filmografía.
Realizada con una narración sencilla y eficaz, una exquisita dirección, una espléndida fotografía, buena ambientación y emotiva banda sonora con un exiguo presupuesto de poco más de un millón y medio de euros, la dirección de Härö mantiene el interés a pesar de su ritmo lento como corresponde a una historia intimista en la que no falta la intriga y el suspense en torno a la persona del maestro protagonista, investigado por elementos del Partido Comunista soviético, en torno al cual se comporta de forma estupenda el grupo de niños que componen los alumnos de la clase de esgrima, que logra emocionar en algunos momentos del desarrollo de la trama, aunque tenga un final previsible en el desenlace del campeonato de esgrima.
Nominado al Globo de oro al mejor film extranjero y fue designado por Finlandia para acudir a los Oscar estando entre los nueve preseleccionados.
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