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CRITICA
Por: PACO CASADO
El cine de Ken Loach lo conocemos desde sus orígenes cuando en la Semana de Cine de Autor de Benalmádena pudimos ver algunos de sus cortos y el largometraje 'Poor Cow' (1967) y posteriormente nos encontramos en la Semana de cine de Valladolid con 'Kes' (1969). Sus obras comenzaron a llegar a las pantallas españolas con 'Agenda oculta' (1990), 'Riff-Raff' (1991), 'Lloviendo piedras' (1993), etc. y hasta la fecha no ha faltado ninguna de ellas.
Esta es la historia de Daniel Blake, un honrado carpintero viudo, un inglés de 59 años, que ha trabajado durante cuarenta, que es víctima de problemas cardíacos al sufrir un infarto a punto de caerse de un andamio, que se ve obligado a intentar obtener infructuosamente las ayudas sociales para una prestación por incapacidad.
A pesar de que el médico le ha prohibido trabajar, debiendo descansar un tiempo, la administración le obliga a buscar un empleo, para obtener un subsidio, si no quiere ser sancionado.
Durante sus vistas al "job center", Daniel conoce a Rachel, una chica soltera con dos hijos de distinto hombre, que no dispone de recursos económicos, que ha tenido que mudarse de Londres a Newcastle y aceptar un pequeño alojamiento para evitar que la envíen a un hogar de acogida, a la que trata de ayudar de forma desinteresada.
Víctima de la maraña de aberraciones administrativas actuales de Gran Bretaña, Daniel y Rachel tratarán de apoyarse mutuamente.
Quien conozca el cine de este director y de su habitual guionista Paul Laverty sabrá por donde irá este drama social, el número 13 de su filmografía que acude a Cannes, dedicado a los más humildes que sale en su defensa.
Es la película de un Ken Loach auténtico con los problemas sociales contra la exagerada burocracia y las múltiples trabas para obtener justicia, que expone con su estilo narrativo conocido y habitual en él, de decir las cosas por derecho, sin rebuscamientos estéticos.
La misión de las personas que atienden a los marginados es la de cumplir las reglas establecidas sin la más mínima flexibilidad o un poco de humanidad.
El resultado de su dura actitud provoca que el itinerario de los protagonistas se convierta en auténticamente kafkiano, llegando a provocar que el espectador se ría con un humor cínico por lo absurdo, cómo ese hombre tiene que actuar así si desea lograr lo que es justo y le pertenece por ley.
Huye de los sentimentalismos, evita las situaciones límites, da algún respiro al espectador y tiene alguna escena conmovedora.
Es un retrato de la cruda situación de algunas capas de la sociedad narrada con inteligencia y sensibilidad.
El film lanza un fuerte alegato en pro de la justicia social en Inglaterra, el quinto país más rico del mundo, donde hay personas pasando hambre o tienen necesidades prioritarias como una simple compresa para la mujer.
Cinta sobre la crisis hecha con inteligencia a favor de las víctimas del sistema actual de ricos y poderosos que humillan y someten a los trabajadores y a los parados a través de una tragedia como la vida misma, en la que se reivindica la dignidad frente a la vergüenza de ser pobre, al tiempo que emociona, ante esta burocracia absurda que los aplasta.
El protagonista es un ejemplo de lo que le puede pasar a cualquiera que termine por no tener para comer, pagar su casa o el agua y depender de la caridad de los demás.
Película de denuncia social, con final previsible, que son imprescindibles y que se deben hacer para decir que la burocracia hace que mucha gente tenga que vivir sin ayuda a pesar de que se la merece en el Reino Unido, en donde la Seguridad Social está en manos privadas y para recortar se niega la evidencia con normas que dan vergüenza.
Trabajo excepcional de Dave Johns, un actor cómico, como el carpintero que está extraordinario y de Hayley Squires la madre soltera con dos hijos.
Es un film muy duro sobre la empatía, cine neorrealista, de sentimientos, de la frustración en torno a la sociedad europea, y en concreto la inglesa, en la que un obrero lucha por defender su dignidad.
Palma de oro, premio Ecuménico y premio DogManitarian en Cannes. Premio del público en Locarno y en San Sebastián.
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