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CRITICA
Por: PACO CASADO
Parece que últimamente el espectador está volviendo al cine español interesado por los buenos thrillers y las comedias comerciales y divertidas que se hacen.
Son muchos los chistes y las situaciones graciosas que se suelen contar contra los cuñados y hasta se hizo famosa la palabra en boca del Risitas. Y de eso va esta película que trata de sacarle punta a esas escenas que se producen en las familias, siempre exagerando la nota, puesto que de una comedia se trata y de hacer reír, por supuesto.
El guion, con cierta elegancia y sin groserías, no pretende más que hacer pasar un buen rato, elige para ello a tres padres estereotipos, cuñados entre sí, de distinto estrato social, Arturo, el abogado acomodado, Chus, empleado de clase media y Poli, maestro de obra, que se citan cada domingo en la clásica barbacoa familiar donde establecen los planes a seguir con el problema común que los tres tienen por delante: los novios de sus respectivas hijas, Valentina, Marta y Sarai, que no pertenecen precisamente a lo más granado de la sociedad, sino todo lo contrario: Alex es anarquista, Dani un "ni-ni" que coquetea con las drogas y Ernesto un fotógrafo y playboy que le dobla la edad.
Ello constituye la peor pesadilla para un padre con una hija cuando ésta crece y le presenta a su novio, que será un tipo despreciable, que busca una sola cosa de su amada niñita. Y ese día es el que les llega a Arturo, Poli y Chus, cuyas hijas han decidido tirar su futuro a la basura uniéndose a tres novios abominables. La única solución es aunar fuerza para liberarse de ellos como sea, de manera más que previsible.
La verdad es que el film posee un guion sólido y divertido, con los convencionalismos propios de la comedia, que le saca mucho producto a las situaciones que se producen en la tarea de los tres padres de deshacerse de los novios de sus hijas, en esta entretenida historia que trata un tema universal, un sentimiento que todo padre siente en esos momentos importantes en la vida de sus queridas chicas que se suele producir en cualquier núcleo familiar: el odio entre cuñados, aunque éstos se llevan bien, y el de un padre hacia el novio que le arrebatará a su retoño.
Las reacciones que se originan entre los tres protagonistas de esta cinta es un instinto lógico de protección paternal que produce en ellos una auténtica fiebre por quitárselos de enmedio, lo que en sus locuras produce la risa en muchos momentos, para finalmente tener que ceder ante una ley que es natural, puesto que es una situación que ellos mismo ya la vivieron con anterioridad.
De esas escenas se desprenden los chistes de corte social y políticos, tanto de derechas como de izquierdas que, aunque se reiteran en algunas ocasiones, hacen reír a la audiencia, sin molestar a nadie.
En el aspecto interpretativo tiene un gran elenco de actores que están en el candelero en la actualidad, siempre sobreactuando como exige el libreto, lleno de tópicos, estando muy compenetrados José Coronado, Javier Cámara y Roberto Álamo.
La dirección corre a cargo de Carlos Therón, responsable de 'Fuga de cerebros 2' (2011), que hace con ésta su mejor comedia hasta el momento a la que lleva a buen ritmo, con una narrativa fluida para que el interés no decaiga.
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