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CRITICA
Por: PACO CASADO
El director neoyorquino James Gray, uno de los mejores narradores del cine americano actual, tras entrar en el género negro y el drama, ahora se emplaza en el de aventuras con éste el sexto largometraje de su filmografía en la que siempre se interesa por la familia y los perdedores.
Durante siglos, lo europeos discutieron la existencia de una antigua civilización en la selva del Amazonas. Desde 1906, el explorador y teniente coronel británico Percival Harrison Fawcett participó en una expedición tras otra, convencido de poder encontrar una legendaria ciudad a la que llamó Z y otros la denominaron como El Dorado.
En 1925, en su viaje más ambicioso y obsesivo, Fawcett desapareció en lo más profundo de la selva boliviana, al igual que todas las expediciones que habían seguido su rastro.
Película basada en el libro de no ficción escrito por David Grann sobre este explorador que se aventuró en un peligroso viaje al adentrarse en territorios inexplorados de la selva del Amazonas junto con Henry Costin y un grupo de hombres de su confianza, enviado en principio por la Real Sociedad Geográfica y el Gobierno Británico en calidad de cartógrafo para delimitar la frontera de Bolivia con Brasil, y hacer el mapa de la zona para preservar sus intereses en el negocio del caucho.
Posteriormente hizo otras expediciones en busca de esa antigua civilización, cuya existencia los europeos llevaban siglos intentando demostrar.
Guiado por la obsesiva convicción de que las historias que había oído acerca de la existencia de una ciudad antigua construida de oro eran ciertas, tratará de hacer uno de los descubrimientos más importantes de la historia, esperando tener éxito allí donde tantos otros habían fracasado.
A pesar de las dificultades que pasó en esta aventura en la que contactó con algunas tribus caníbales, la selva y el Amazonas le atraparon sobre todo cuando oyó hablar de esa civilización en el interior de la jungla.
Obsesionado con encontrar esa ciudad perdida, viajó varias veces allí hasta que desapareció misteriosamente en 1925 en su última expedición en la que le acompañaba Jack, su hijo mayor.
El director americano de 'El sueño de Ellis' (2013), James Gray, se ha inspirado en una novela de David Grann que realiza un interesante retrato sobre este personajes y sobre el convulso período de la Primera Guerra Mundial en el que vivió y sus grandes expediciones científicas que contribuyeron a cambiar la mentalidad de la época y la visión que sobre los pueblos indígenas tenía la sociedad occidental a los que él consideraba capaces de crear una estructura social y cultural como los europeos.
El film tiene una puesta en escena clásica, con una interesante forma austera de narrar, con un ritmo pausado, una excelente fotografía de la selva, una estupenda reconstrucción de la Inglaterra victoriana, al tiempo que afronta una historia intimista y una introspección sobre el personaje con el tema de la dificultad de conciliar su vida familiar con Nina, su mujer, y sus hijos tras varios años de ausencia en sus viajes exploratorios.
Sir Arthur Conan Doyle, que era amigo suyo, hizo una novela con parte de los cinco viajes que realizó, aquí resumidos en tres, y le inspiró El mundo perdido que publicó en 1912.
A la consecución artística ayudan en buena parte sus protagonistas, un increíble Charlie Humman en el papel de este idealista y aventurero, junto a Robert Pattinson, Sienna Miller y Tom Holland.
Una cinta que revitaliza el género aventurero, aunque hay que advertir que su protagonista no es un héroe de acción, sino un científico, por lo que no hay que confundirla con una de este género al uso, que resulta falta de emoción y un poco larga.
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