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CRITICA
Por: PACO CASADO
Típica película inglesa de corte histórico impecable que tan bien sabe hacer la cinematografía británica, en este caso sobre su pasado imperial en la India, a la que le dio la independencia poco después de terminar la Segunda Guerra Mundial devolviéndole el favor por su ayuda, lo que constituye una lección de historia.
El aristócrata Lord Mountbatten, bisnieto de la reina Victoria, es enviado a la India y asumió el puesto de virrey, con el encargo de volver la antigua colonia a su pueblo y solucionar el traspaso de poderes produciéndose así la independencia del país, que va a estar marcado por la polémica de las tensiones entre hindúes y musulmanes.
Él llega con las mejores intenciones pero se encuentra que Pakistán también quiere la independencia y ha de hacer una participación, en la que no acaba de creer, lo que provoca enfrentamientos internos a pesar de que trata de hacerlo lo mejor que puede, encargando a un experto la difícil tarea.
En 1947, después de 300 años, el imperio llegó a su fin.
Viceroy'house, en Nueva Delhi, era la sede del gobierno británico. Mountbatten vivía en la planta superior con su esposa y su hija y en la planta baja trabajaban sus 500 criados y empleados hindúes, musulmanes y sij.
El film relata estos acontecimientos a través del matrimonio de Louis y Edwina Mountbatten y la historia de amor entre Jeet Kumar, un joven criado hindú, y Aalia Noor, una sirviente musulmana, entre los que se origina también la crisis al pertenecer a tendencias rivales.
Los jóvenes enamorados se ven atrapados en el cataclismo final del imperio en conflicto con los Mountbatten y con sus propias comunidades, pero no renuncian nunca a la esperanza.
Es un drama histórico firmado por Gurinder Chadha, la directora de 'Quiero ser como Beckham' (2002) o 'Bodas y prejuicios' (2004), los dos títulos más conocidos y populares de su filmografía, que cuenta esta historia inspirándose en unos hechos históricos, pero sobre todo en la aventura que vivieron sus antepasados, para constituir su cinta más ambiciosa.
A pesar de la nacionalidad de su directora, inglesa, de origen punjabí, nacida en Nairobi (Kenia), es una producción muy británica, con una gran ambientación, con escenarios de gran lujo y rico vestuario.
En ella también se establece un cierto paralelismo con la crisis actual de los refugiados, porque igualmente ocurrió en aquel período histórico, aunque por circunstancias muy distintas, en el que emigraron 14 millones y en los enfrentamientos murieron más de un millón, según se refleja al final en los títulos de crédito.
La película ofrece alguna que otra sorpresa final y descubre los secretos y mentiras de los políticos, entre ellos Winston Churchill, que lo tenía todo muy bien atado en función de los intereses económicos de su propio país.
El guion, escrito por la directora con su marido Paul Mayeda Berges, explica las intrigas que hizo Churchill para que la India se 'partiera en dos con Pakistán pues de lo contrario hubiera sido el país más potente del mundo en aquel momento.
Pone de relieve que todas las guerras en el fondo tienen un trasfondo religioso y la India tenía el problema de tener demasiadas etnias y diferentes religiones y eso marca mucho.
En ese sentido en un momento de la trama Gandhi dice "hay muchas religiones pero Dios sólo hay uno y no hubiera querido ésto".
Está muy bien ambientada e interpretada por actores como Hugh Bonneville, Gillian Anderson, Michael Gambon o el fallecido On Puri y también Manish Dayal y Huma Qureshi como la pareja joven.
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