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CRITICA
Por: PACO CASADO
Está basada la célebre novela homónima del autor argentino Antonio de Benedetto escrita en 1956, que no es fácil de verter a la pantalla, de la que se hace una tediosa adaptación, que cuenta la historia de Don Diego de Zama, oficial del Rey destinado en Asunción (Paraguay) que desea ser trasladado a Buenos Aires, para volver a estar con su mujer y sus hijos, cuya orden nunca llega.
Entre tanto se procura la compañía de doña Luciana Piñares de Luenga, una dama de la alta sociedad, además de nativas ligeras de ropaje con las que se abandona a la lujuria.
Sin embargo los años pasan y él acepta humildemente cualquier tarea, por baja que sea, para no perder méritos.
La salteña Lucrecia Martel es una directora argentina muy peculiar, que debutó en la dirección con 'Historias Breves 1' (1996), siendo 'La ciénaga' (2001) la primera película suya que tuvimos ocasión de ver en España, a la que después siguieron 'La niña santa' (2004), 'La mujer rubia' (2008) y ahora nos llega su quinto largometraje 'Zama' (2017) tras pasar por la Mostra de cine de Venecia, fuera de competición, y los festivales de Toronto, Nueva York, Londres y el Festival de cine europeo de Sevilla donde obtuvo una mención especial del jurado.
Lo primero que nos preguntamos es qué hace un film netamente argentino, aunque tenga coproducción entre otros países con España, en una festival de cine europeo.
La acción se desarrolla en una perdida colonia sudamericana, en las tierras salvajes de Asunción, a finales del siglo XVIII, donde vive Don Diego de Zama, un oscuro oficial del Rey de España, que espera ser trasladado de allí, pero la carta de la Corona no acaba de llegar nunca, sufriendo humillaciones por parte del gobernador que manda en el lugar en un descenso a los infiernos.
Entre tanto se alista en una partida de soldados para atrapar a Vicuña Porto, un peligroso bandido.
La cinta se divide en tres períodos de tiempo diferentes separados por cuatro años donde se refleja la decadencia de este hombre que va perdiendo física y emocionalmente el ánimo a la espera de la misiva que no llega.
Tanto la directora como su cine es muy apreciado en general por la crítica, que no es nuestro caso, por lo que hemos visto de su filmografía y que nos vuelve a confirmar con esta nueva producción, realizada con cuatro millones de euros, que tuvo un paro de un año en su realización debido a una enfermedad de su directora Lucrecia Martel.
Tiene una historia a nuestro parecer inconexa, con algunos saltos en el tiempo que no acaban de estar bien explicados, posiblemente debido a que algo de la novela se ha perdido por el camino, que parece que es un texto bastante inadaptable.
Hay que reconocer que está muy bien cuidada en cuanto a la ambientación en la época, así como en la banda de sonido, que no de música, ya que incluye varios temas del grupo de Los Indios Tabajaras que resultan anacrónicos, ya que no tienen nada que ver con la época en que se desarrolla esta historia, que representa la decadencia del imperio español y la búsqueda de la identidad de un hombre atrapado en sí mismo.
Entre los personajes está Luciana, la mujer del gobernador, que es una mujer fuera de su época en su forma de comportarse y entender la vida.
Es de una gran impenetrabilidad, que necesita ser masticada, pensar mucho en ella tras verla y distanciarse para digerirla y eso no es bueno en el cine de cara al espectador que no debe tener que proveerse de un programa explicativo para ver una película.
Es el film elegido por Argentina a los Oscar a la mejor cinta en habla no inglesa, pero no ha sido ni preseleccionada. Premio Fipresci en el Festival de La Habana. Mención del jurado en el Festival de Sevilla. Nominada al Goya a película Iberoamericana.
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