|
CRITICA
Por: PACO CASADO
Desde hace unos años el cine húngaro llega a nuestras salas con cierta regularidad como lo prueba los títulos de este director húngaro, Kornél Mundruczó, que ya le conocemos por haber concursado en la sección oficial del Festival de cine europeo de Sevilla con sus películas 'Johanna' (2005) y 'Delta' (2008) del que posteriormente hemos visto en las pantallas comerciales otro de sus films 'White God' (2014) y cuya calidad de su cine para en progreso.
En esta ocasión nos cuenta la historia de Aryan, un joven emigrante sirio que cuando está atravesando ilegalmente la frontera con Hungría, recibe varios disparos de un policía y no muere sino que en su lugar adquiere la capacidad de levitar, de mantenerse en el aire y curar a la gente convirtiéndose en una especie de ángel protector.
Herido y en shock le envían a un campo de refugiados de donde un médico poco escrupuloso, el Dr. Stern, le ayuda a escapar tras descubrir las cualidades adquiridas e intenta aprovecharlas para sacar provecho económico.
Perseguido por Laszlo, el director del campo de refugiados, huyen constantemente tratando de ponerse a salvo y conseguir dinero con las actuaciones de Aryan.
Es una curiosa combinación de cine social y ciencia ficción, con elementos fantástico y de intriga, una metáfora sobre la situación actual de Europa y su inexplicable postura ante la crisis de los refugiados así como su difícil acogida en nuestros países, como punto de partida, con algunas resonancias bíblicas, a la vez que reflexiona sobre el concepto de milagro y aborda temas como la fe y la religión, ante lo que cada uno de los personajes reacciona de manera distinta.
Tiene un arranque impactante a través de un largo plano secuencia por tierra y agua, no por virtuosismo sino para darle más realismo, pero después se aprecian algunos altibajos con una tesis que no termina de desarrollar, que da vueltas sobre su planteamiento inicial y pierde algo de fuerza debido a su larga duración.
El guion quiere abarcar demasiado: los refugiados, la sanidad, la violencia, la corrupción, la situación política húngara, la falta de valores y no concreta, a pesar de ser interesante y algo diferente de lo que solemos ver habitualmente.
El director parece más centrado en hacer una realización diferente dominando los efectos especiales, antes que exponer la dolorosa realidad que nos presenta, pero también con una demostración de que es capaz de hacer cine de acción con algunas persecuciones vibrantes.
No parece interesarle especialmente el tema fantástico sino los personajes que son muy humanos, como el médico, su mujer, junto con el sacrificio y los milagros como moneda de cambio.
Mezcla la cuestión de los refugiados sirios con el tema fantástico con algunas metáforas que son muy obvias, como el terrorismo islámico, la ceguera de Europa hacia el maltrato a los refugiados como suele aparecer en los reportajes televisivos, o una sociedad deshumanizada obsesionada por el dinero.
El título de la cinta está cogido muy por los pelos ya que hace alusión al inicio a una de las lunas de Júpiter llamada Europa como posible nuevo hogar cuando la Tierra sea inhabitable.
Ofrece una mirada muy personal sobre el drama de los refugiados para que nos llegue más directamente al corazón pero en lugar de hacerlo con una historia realista opta por el género fantástico.
Mejor director en lo Festivales de cine de Austin y Noruega. Mejor película y efectos especiales en el Festival de cine de Sitges.
MÁS INFORMACIÓN DE INTERÉS
BANDA SONORA
CÓMO SE HIZO
VIDEO ENTREVISTAS
AUDIOS