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CRITICA
Por: PACO CASADO
Las combinaciones o mezcla de géneros son cada vez más frecuentes, así se saca partido a las características de los que entran en el juego, generalmente dos, como es el caso de la presente producción que comentamos en la que se dan cita el thriller y la comedia casi a partes iguales.
Considerada como una comedia de enredos, donde nada acaba siendo lo que parece, es una especie de versión cómica de la célebre 'The Game' (1997), de David Fincher.
Una pareja, formada por Max y Annie, que se suele reunir cada noche fin de semana con un grupo de amigos, con los que pasan el tiempo entre juegos de mesa, una noche, para variar un poco esa rutina, Brooks, el hermano mayor de Max, que acaba de regresar a la ciudad, propone un nuevo juego en el que habrá un secuestro planeado de uno de los componentes de la reunión, mientras que los demás tendrán que descubrir donde está y finalmente rescatarlo.
El premio, sorprendentemente, será un estupendo coche deportivo, un Corvette de 1975, propiedad de Brooks, que siempre ha anhelado Max.
Este grupo de amigos tendrá que resolver este juego que creen que es ficción en una combinación de comedia y thriller, pero que tal vez termine siendo algo tan real como peligroso para las vidas de cada uno de ellos.
La base de esta película es un inteligente guion en el que se le saca partido a las diversas situaciones en las que se encuentran los distintos protagonistas en las que se producen constantes giros que la hacen más divertida y que son los que mantienen el interés argumental de la historia, incluido el inesperado final.
A lo largo del desarrollo de la trama el espectador bascula entre la realidad o la ficción sobre lo que va contemplando que sucede en la pantalla en la que a pesar del suspense por un lado no faltan las situaciones cómicas por otra parte, especialmente a cargo de la pareja protagonista integrada por Jason Bateman y Rachel McAdams, entre los que existe una buena química en su interpretación formando una divertida pareja, a cargo de los cuales corren los momentos más jocosos de este relato.
Uno de los actores que suelen provocar la comicidad es Jesse Plemons, en el papel de Gary, el inquietante vecino policía que está empeñado en participar en las noches de juegos de la pareja protagonista y que sistemáticamente le dan de lado con cualquier excusa, porque no les cae bien, y que finalmente termina siendo clave en este divertido embrollo.
Cada pareja tiene una problemática: Max y Annie quieren tener un hijo y no acaba ella de quedarse embarazada; Michelle y Kevin, ambos afroamericanos, en la que el marido está celoso de una pasada relación de su esposa con un famoso que trata de averiguar de quien se trata; la del conquistador Ryan que cada semana cambia de pareja acude con una mujer distinta; cada cual ofrece motivos que provocan más de una situación cómica.
En el argumento hay algunas referencias a films anteriores como el citado 'The Game' (1997) o 'El club de la lucha' (1999) en una secuencia que es clave en el desarrolla del mismo.
La pareja de directores compuesta por el actor John Francis Daley y el productor y guionista Jonathan Goldstein, ambos pasados a detrás de las cámaras, que debutaron en el largometraje con 'Vacaciones' (2015), realizan con éste el segundo título de su conjunta filmografía, haciendo una puesta en imágenes con gran agilidad y ritmo y sacando una buena labor del conjunto de los actores en general.
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