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CRITICA
Por: PACO CASADO
Estamos ante un nuevo capítulo, el quinto, de la saga creada en 1993 para el cine por Steven Spielberg, a partir del libro de Michael Crichton, que en esta ocasión comienza, cuatro años después de que la isla de Nublar haya sido abandonada, y está a punto de producirse una erupción volcánica que amenaza a los dinosaurios que ahora pastan en libertad.
Clare Dearing y Owen Grady son reclamados para organizar un equipo de rescate para salvar a aquellos dinosaurios que han quedado con vida tras la extinción del parque en el pasado.
En su expedición, Owen intentará encontrar a Blue, su dinosaurio favorito, que aún permanece perdido en la jungla.
Tras el éxito logrado por el barcelonés Juan Antonio Bayona con 'El orfanato' (2007), 'Lo imposible' (2012) y 'Un monstruo viene a verme' (2016), que convenció a Spielberg, era cuestión de horas que hiciera su traslado al cine de Hollywood y lo hace con una nueva entrega de esta famosa franquicia, sobre un mundo que da mucho de sí, como es el de los dinosaurios, en la que apenas ha podido poner su sello personal, teniendo que atenerse a las características propias de la misma, aunque algo hay de su cine en esta historia.
Lleva impresa la emoción y la aventura de una de las sagas más populares y exitosas del cine, con los personajes y dinosaurios ya conocidos a los que se unen nuevas especies, tan aterradoras como las otras, y más peligrosas aún si cabe que nunca.
La anterior se colocó en el top 5 de películas más taquilleras de la historia del cine al haber recaudado 1.670 millones de dólares en todo el mundo.
Este nuevo capítulo de la franquicia ha costado 260 millones, tiene menos aventuras, pero no por ello es que sea menos interesante o emocionante ya que posee más suspense y además terror, cuenta con más dinosaurios que en las anteriores y la diferencia está en que esta vez son ellos las víctimas a los que hay que proteger y finalmente salvar.
Tiene dos partes distintas, una primera hora en la isla de Nublar donde estaba Jurassic World, de donde se han ido las personas y los dinosaurios campan a su aire, pero la erupción de un volcán cercano los puede volver a extinguir de nuevo y hay que salvarlos.
Sus cuidadores vuelven con la ayuda económica de un magnate para rescatar todas las especies posibles, lo que se asemeja a los films de aventuras prehistóricas de los años cincuenta.
La segunda parte se desarrolla fundamentalmente en el interior de un enorme caserón gótico en donde se trata de vender a los dinosaurios y del negocio que se puede montar con ellos, que se asemeja a la parte final de 'Jurassic Park' (1993).
En ese lugar claustrofóbico se encuentra Maisie, una niña en peligro, que recuerda a 'El orfanato' (2007), lo que aprovecha el director para meter las escenas de terror y suspense en este cuento infantil de hadas y dinosaurios, en lo que basa la comercialidad de su cine, lo cual no quiere decir que por no ser cine de autor sea de mala calidad.
Bayona logra en esta ocasión una intensidad tal que no para a lo largo de todo el metraje, no tiene pausas en el interés que suscitan sus imágenes y la emoción es constante como hace tiempo no experimentábamos, con el buen manejo de los efectos especiales y la acción bien coreografiada, tal vez en detrimento de una dirección de actores más cuidada.
J.A. Bayona cuela una de sus características, el sentimentalismo, es la única de la saga en la que se siente lástima por los dinosaurios, como también introduce a Geraldine Chaplin, que está en todas sus cintas e igualmente hay niños, recupera a Jeff Goldblum, plantea el dilema de la protección de los animales, de salvarlos o dejarlos morir, y presenta un mensaje social sobre exterminar a los que son diferentes.
Acción, reflexión moral, suspense terror, efectos especiales, todo ensamblado y perfectamente dirigido por un español sin alterar las características de la saga.
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