|
CRITICA
Por: PACO CASADO
Problemas de conciencia se han llevado en muchas ocasiones a la pantalla, planteando dilemas que a veces son difíciles de resolver o de tomar una decisión acertada en algunos casos que son problemáticos por las circunstancias que se dan en torno al mismo que no siempre dejan satisfechos a los implicados.
En esta producción se nos cuenta la historia de Fiona Maye, una importante jueza en activo de la Corte Suprema de Londres, que se dedica fundamentalmente a resolver casos en los que se ven implicados menores, de ahí el subtítulo español de esta película, que comienza con el de dos recién nacidos unidos sobre los que se ha de dilucidar si sacrificar a uno para salvar la vida del otro, o como manda la religión católica, no se puede matar, y en esas circunstancias pueden morir los dos de forma natural, con el consiguiente desconsuelo de los padres y la dialéctica moral.
Pero el caso central que constituye el argumento de este film es el de Adam Henry, un chico de 17 años, testigo de jehová, que necesita una transfusión de sangre para la curación de una leucemia, pero su religión prohíbe totalmente contaminar la sangre de una persona con la de otra, porque creen que en ella está el alma.
Sus padres se oponen a que eso ocurra prohibiendo a la institución hospitalaria que se haga la misma, en contra del deber médico de salvar vidas, en lugar de matarlas.
El chico, que menor de edad al faltarles dos meses para los 18 años, no puede decidir, siendo entonces la jueza la que debe pronunciar el veredicto en el que se dicte qué es lo que se ha de hacerse.
Antes de dar la orden al hospital, al no haberse pronunciado con su determinación, decide, excepcionalmente, hacer una visita al joven Adam en la habitación donde se encuentra ingresado para, mediante una charla con él, saber cómo piensa y tal vez ello le ayude a decidir y encontrar la solución más válida.
Tras la charla Fiona descubre sentimientos ocultos, ya que al no tener hijos, surge en ella un sentido de maternidad que desconocía y luchará para que el muchacho entre en razón y sobreviva, lo que tendrá efectos inesperados.
Esto es lo que ocurre en la primera media hora y el resto del metraje lo componen las consecuencias que se derivan de la solución adoptada por la jueza, que gira en torno a dilemas morales sobre el amor, la fe, la vida y la muerte.
El guion, basado en la novela 'The childen act' (La ley del menor) muy aclamada en el Reino Unido, del notable escritor inglés Ian McEwan, que él mismo se encarga de adaptarla, es un trabajo serio y profundo, que tiene un fondo religioso, cuyas creencias pueden empañar nuestra razón, como se puede ver por los dos casos apuntados en los que tanto la religión católica como la de los testigos de Jehová, están por encima de las personas.
Pero también junto a estas historias está la de la propia jueza que se encuentra inmersas en una crisis matrimonial con Jack, su marido, profesor de filosofía, que le está planteando el divorcio tras tener una relación con una mujer más joven que ella, que está tan inmersa en los casos de sus profesión que casi no le atiende ni le satisface sexualmente.
Junto al interesante tema que plantea es de destacar la gran interpretación que realiza Emma Thompson, a la que hacía tiempo que tan sólo veíamos en papeles secundarios o en pequeñas intervenciones, mientras que aquí tiene el pleno protagonismo, cargando con todo el peso de esta historia, dándole una fuerza y autoridad a su personaje otorgándole una mayor solidez.
Aunque Stanley Tucci tenga en este caso un papel secundario, en los momentos en que aparece en pantalla, pone en su personaje toda la calidad interpretativa a que nos tiene acostumbrados y que suele ofrecer habitualmente.
Richard Eyre, director de la estupenda 'Iris' (2001), 'Belleza prohibida' (2004), Diario de un escándalo (2006) o 'Crónica de un engaño' (2008), siempre preocupado por temas importantes, hace una seria y ajustada puesta en escena que contribuye al mejor logro de esta notable cinta.
Premio Andreas en el Festival de Noruega 2018.
MÁS INFORMACIÓN DE INTERÉS
CÓMO SE HIZO
VIDEO ENTREVISTAS
AUDIOS
PREMIERE