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CRITICA
Por: PACO CASADO
En su momento dentro del género policiaco había un apartado de atracos perfectos, de los que llevaba ese mismo título el que dirigió en 1956 Stanley Kubrick en el comienzo de su carrera, era una obra maestra.
'Viudas' (2018), la cuarta película del director británico Steve McQueen, que podríamos incluirla en ese apartado, a quien se le deben títulos como 'Hunger' (2008) 'Shame' (2011), '12 años de esclavitud' (2013), con la que da un paso hacia adelante en el cine comercial con este thriller con un marcado mensaje social y feminista, con cuatro mujeres endeudadas por las actividades criminales de sus ya difuntos maridos que deciden tomar las riendas de sus propios destinos.
La idea de llevar esta historia a la gran pantalla se le ocurrió a Steve McQueen cuando fue a Norteamérica a promocionar su anterior film y vio que había muchas actrices que no tenían trabajo, pensó que sería bueno hacer una cinta con mujeres y para mujeres y al mismo tiempo se aprovecha del movimiento #MeToo.
La historia comienza con una pandilla de cuatro hombres que han realizado un atraco en el que se llevan cinco millones de dólares, pero la policía acude a tiempo y en el tiroteo que se establece entre los dos bandos, resultan todos muertos, al hacer explosión la furgoneta en la que huían, quemándose con ellos el dinero que habían obtenido del robo que realizaron con el fin de pagar una importante deuda al mafioso Jamal Manning y el resto repartírselo entre ellos.
Ahora sin embargo el personaje al que le debían el dinero, quiere cobrárselo a Verónica Rawlings, la viuda de Harry, el jefe de la banda, y ésta pone en marcha un plan con las viudas de los otros, Alice, Linda, (Amanda renuncia) formando una pandilla para volver a atracar de nuevo, según el plan que tenía previsto su marido, a un partido político en plena campaña electoral y así obtener el dinero para satisfacer la deuda en el plazo de un mes que le da el mafioso.
Cada una de ellas es diferente a las demás, vienen de un origen étnico, social y económico distinto: Verónica es una mujer fuerte, acomodada en una buena posición social; Linda regenta una tienda; Alice es una emigrante polaca y nada tienen en común más que ser viudas de los delincuentes muertos, a las que se une como conductora Belle, madre soltera multiempleada, y todas se ven obligadas a tomar las riendas de sus propios destinos.
La historia, que se ambienta en Chicago en la actualidad, en unos momentos de corrupción política y social, está basada en la primera parte de la miniserie inglesa de seis capítulos 'Las viudas', que se desarrollaba en Londres, que el director vio en el año 1983, que después se volvió a rodar una nueva versión en el 2002.
Lo apuntado antes no es más que el comienzo del argumento, ya que la mayor parte del resto es lo que ocurre después, en lo que se tocan tema como la delincuencia, el racismo, el machismo, el maltrato, la infidelidad, el sexismo, la corrupción política, el chantaje, la religión.
Es una película muy entretenida, a la que le sobra metraje, como a casi todas hoy día, con varios giros inesperados y aquí no hay personajes buenos, todos son malos.
Hay una madre que incita a su hija a la prostitución, políticos corruptos, ladrones, esposas de delincuentes, mafias violentas y madres rencorosas.
A través de algunos flash backs se nos muestran algunos de los hechos que habían sucedido antes del comienzo de esta historia, lo que hace que conozcamos mejor a los distintos personajes, entre los que se dan escenas de acción y extrema violencia, mientras que ellas tranquilamente preparan su plan.
La serie estaba escrita por una mujer Lynda la Plante, de la que sacó una novela, y para hacer el guion de este film se ha elegido a otra, en este caso Gillian Flynn, escrito en colaboración con el director Steve McQueen.
Es una cinta muy feminista ya que el protagonismo es de las mujeres, sobre todo de Viola Davis, la mejor de todas, seguida de Michelle Rodríguez, Cynthia Erivo y Elizabeth Debicki, estando los hombre en un segundo plano encarnados por Liam Neeson el esposo de Verónica, Brian Tyree Henry en el papel del político Jamal Manning el mafioso de turno, Colin Farrell el político Jack Mulligan que quiere deshacerse del dominio de su padre Tom Mulligan que encarna el veterano Robert Duvall.
De la dirección de Steve McQueen es lo que se esperaba de él tras conocer su anteriores títulos con una notable solidez.
Argumentalmente no nos acaba de convencer que unas tranquilas mujeres amas de casa, sean capaces de cometer ese atraco, amén de algunos convencionalismos argumentales.
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