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CRITICA
Por: PACO CASADO
El director de Terminator (1984) y Aliens, el regreso (1986), nos vuelve a sumergir en un relato fantástico.
Y nunca mejor dicho lo de sumergir, puesto que toda la larga narración de dos horas y cuarto se desarrolla bajo el agua, donde se encuentra un puñado de personas especialistas en busca de minerales, a los que se les encarga, junto a unos militares de la Marina, la misión de rescatar un submarino nuclear, originándose una gran aventura en la que se enfrentan a una serie de peligros que no preveían, así como a otras fuerzas desconocidas.
Se dijo en su día que esta película tiene un cierto paralelismo con La diligencia (1939), el western de John Ford, pero bajo el agua.
El director James Cameron tardó varios años en encontrar a alguien que le produjera este guion, y poder llevar a cabo este proyecto, porque merecía la pena que pudiera contar esta estupenda historia de amor, solidaridad y amistad, en la que no falta ni un sólo minuto el suspense con la emoción suficiente y el interés como para no notar el paso del tiempo y casi se nos haga corta, a pesar de su larga duración.
Extraordinaria es la interpretación por parte de Ed Harris y Elizabeth Mastrantonio, con dos secuencias maravillosas de sacrificio en este matrimonio roto, que serán recordadas en la historia del cine.
Bien los demás actores, los efectos especiales y visuales, la música y la fotografía, para lograr esta catedral del cine de hoy.
Oscar a los efectos visuales. Premio Felix al sonido y efectos visuales. Premio Satuirno a la direccion de la Academia de Ciencia ficción. Premio Key Art a Ed W. Marsh. Premio Golden Reed de los editores de sonido.
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