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CRITICA
Por: PACO CASADO
El director francés Luc Besson debutó en el largometraje con Kamikaze 1999 (1983), el cuarto título de su filmografía fue Nikita, dura de matar (1990) y ahora nos ofrece el último que ha realizado que se llama 'Anna' (2019) que, a simple vista, nos recuerda a aquel otro, también con una mujer como protagonista, en un thriller de acción violenta y contraespionaje cuyo protagonista es igualmente una atractiva chica que, al igual que aquella, es adiestrada para matar.
Su filmografía se diversificó en cuanto a géneros pero no en número de los dirigidos ya que son poco más de una docena los que ha realizado hasta la fecha, ya que en buena parte de su carrera se ha dedicado a escribir guiones y a producirlos para que otros los dirijan.
En este caso se ha apuntado nuevamente al thriller de acción y espionaje, ya que bajo la admirable belleza de la joven rusa Anna Poliatova se encuentra una mujer con una fuerza y habilidad increíble para convertirse en uno de los más temibles asesinos que se disputan dos de los más poderosos países del mundo para enrolarla en su servicio secreto, la KGB y la CIA.
Tras ejercer de una de las modelos más cotizadas de París, como forma de vivir y tapadera, es reclutada por la KGB, usando para ocultar su personalidad el enamorarse de Maude, una compañera de profesión, mientras por otra parte tiene sus otros amores con Alex Tchenkov y Lenny Miller, ambos rivales, pero sin dejar de controlar su propio destino dentro del mundo del espionaje durante la Guerra Fría, ya que lo que más aprecia es la libertad.
La película se inicia sin llamar la atención, pero pronto comienzan a aparecer los flash backs que nos llevan adelante y atrás lo que hace que resulte un tanto confuso poder seguir el argumento, que embarulla un poco la acción, que en algunas escenas nos resultan poco creíbles con tanto tiroteo y muertes y muy confusas las peleas, con un montaje demasiado en corto que no le favorece.
Por otra parte las misiones que Anna lleva a cabo, que la mayoría consiste en robar documentos secretos, pero sobre todo cargarse a alguien y hacerlo de la manera más rápida, llega un momento en que resultan rutinarias.
Hay un personaje que nos llama mucho la atención y es el Olga, una de las dirigentes de la KGB, que interpreta Helen Mirren que no sabemos por qué esta gran actriz se ha metido en un film como éste, ya que muy pocas veces la hemos visto tan rara y con un papel que no le va en absoluto y hasta diríamos que está mal cuando siempre suele estar bien.
Luc Besson esta vez nos da la impresión de filmar de forma rutinaria, más atento a prestar atención a la modelo rusa Sasha Luss, su descubrimiento en su cinta anterior Valerian y la ciudad de los mil planetas (2017), en su primer papel protagonista, que hacer una planificación y dirección más eficiente y menos rutinaria en este puzle de acción pura y dura.
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