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CRITICA
Por: PACO CASADO
A lo largo de nuestra ya extensa trayectoria como crítico pocas veces recordamos haber visto un guion de una película policiaca y de misterio con un argumento tan perfectamente confeccionado en el que cada pieza no solo encaja en el puzzle en su sitio sino que además tiene varios finales y en cada uno que sucede vuelve a sorprendernos una vez más de manera inteligente y eficaz en con un nuevo giro narrativo.
En muchos momentos nos recuerda a los mejores autores de literatura de este género, pero creemos que a todos los deja pequeños con esta trama original escrita y dirigida por Rian Johnson, al que no le importa desvelar a la mitad de la función la forma en que muere, porque tiene capacidad suficiente para seguir desenredando la madeja hasta el final en esta su quinta película en la que retoma el aire de la de su debut Brick (2005).
En este inteligente thriller, Harlan Thrombey es un aclamado escritor de novelas policiacas y de misterio que aparece muerto en su gran mansión en Kentucky poco despues de celebrar allí la fiesta de su 85 cumpleaños con todos los miembros de su familia.
Es el patriarca de una gran familia compuesta por sus hijos e hijas ya casados, con sus respectivas parejas, incluidos los hijos de algunos de ellos que han acudido a la celebración en la gran mansión y que viven todos a costa de su dinero.
La muerte parece provocada por un suicidio, pero el suceso deja algunas preguntas en el aire.
El curioso detective Benoit Blanc recibe en un sobre anónimo una cierta cantidad de dinero para que descubra quién está detrás de la misteriosa muerte de este hombre y se une a la policía para investigarla hablando con cada uno de ellos mientras equiva pistas falsa y algunas mentiras interesadas.
Ante él está la extraña, disfuncional y combativa familia de Harlan, cuyos miembros viven lanzándose puñaladas entre sí, ansiosos por recibir la extraordinaria herencia de propiedades y la fabulosa cantidad de millones.
Todos esconden sus secretos y tienen un motivo para ser sospechoso, tanto los hijos como sus parejas, menos la cuidadora tras la entrevista privada en su despacho que ha tenido cada uno con Harlan ese mismo día durante la celebración de la fiesta.
Y junto a la familia está Marta Cabrera, la enfermera que cuida de Harlan que estuvo con él hasta la medianoche, mientras que los médicos determinan que su muerte tuvo lugar entre esa hora y las dos de la madrugada.
Un argumento de misterio al más puro estilo de Arthur Conan Doyle o Agatha Christie, que cuenta cómo el patriarca de esta adinerada familia muere y la investigación tiene que averiguar si realmente fue un suicidio como parece y opina el teniente Elliott y su compañero de la policía el agente Wagner o fue un asesinato que finalmente ha de poner en claro el detective Benoit Blanc, y mientras tanto el espectador disfruta de la divertida e ingeniosa intriga con inesperados giros.
En el argumento no solo se introduce el suspense, también hay algunos apuntes sobre la inmigración, la diferencia de clases, la corrupción y la amoralidad de la actuación de alguno de ellos.
El film cuenta con un reparto coral de actores estelares que están todos excelentes, metidos prácticamente en un entorno cerrado, con pocas salidas, contribuyendo con su talento y buen trabajo con su momento de lucimiento, por lo que es dificil destacar a alguno, lo que aumenta el interes de la extraodinaria trama, tan estupendamente puesta en escena por el director de Maryland, Rian Thompson, con una caligrafía clásica y una narrativa puntillosa y fluida, del que le conocemos sus cintas Looper (2012), una especie de thriller de ciencia ficción, y Star Wars: Los últimos Jedi (2017), que va mejorando en su labor a cada paso que da o nuevo título que dirige llegando en el que comentamos prácticamente a la perfección.
Premio del público en el Festival de Filadelfia.
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