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CRITICA
Por: PACO CASADO
Hemos de comenzar esta crítica aclarando que se trata de una versión reducida para el cine de una mini serie de tv. compuesta por ocho capítulos, de ahí su extensa duración de 138 minutos.
Este tipo de mutilaciones no nos acaban de convencer aunque la haya hecho personalmente el autor o director, que no sabemos si así ha sido en este caso, ya que concebida como un todo es como si a un ser humano le cortamos una parte de su cuerpo, con lo que algo se pierde de integridad de esa persona, igual ocurre con una obra como es el caso que nos ocupa.
Por otra parte es la versión fílmica más extraña, y a la vez diferente, que hemos visto de Anna Karenina la famosa otra del celebre autor ruso León Tolstoi, publicada en 1877, de la que hay al menos más de dos docenas de versiones para el cine, entre ellas la clásica de 1935 de Clarence Brown con Greta Garbo y más reciente la de Joe Wright de 2012 con Keira Knightley.
En este caso está mezclada con la obra de otro escritor, 'La guerra con Japón', de Vikenty Veresaev, con la que comienza en sus primera imágenes situando la acción, como se nos cuenta al inicio, en Manchuria, China, en septiembre de 1904.
A finales del siglo XIX, los imperios ruso y japonés luchaban por la hegemonía de la zona Asia-Pacífico, y en ese año, tras el avance ruso sobre Corea y la costa del Pacífico, estalló la guerra entre estas naciones.
La batalla terrestre se libra en Manchuria, una antigua región del noroeste de China, donde nos encontramos con dos de los principales protagonistas, el conde Aleksey Vronski, por el que han pasado treinta años, que se encuentra herido, y el hijo de Anna Karenina, Sergei, que le pide que le cuente cómo fue la relación con su madre y el porqué de su muerte.
De esta manera a través de unos constantes flash back vamos regresando al pasado y conociendo el romance de ese apasionado amor que se estableció entre Aleksey y Anna, cuando tras conocerse en una estación, surge el amor a primera vista, a pesar de que ella es una mujer joven de la alta sociedad, pero casada con Alexis Alexándrovich Karenin y con un hijo, Sergei de pocos años entonces.
De vez en cuando volvemos a la actualidad con los horrores de la guerra, con el avance del ejército japonés a un enclave ruso convertido en hospital en el que curan a los heridos bajo el símbolo de la Cruz roja y en donde encontramos la figura de Chengshuang, una niña japonesa, a la que acoge bajo su cuidado Vronski, quizás con cierta nostalgia de la hija que dejó atrás.
De esa forma avanzan ambos relatos, del pasado y del presente, y se mezclan las acciones de las dos novelas a un tiempo, por un lado la guerra, por otro el romance amoroso, el intento de separación de Anna de Karenin, su marido, a través de un divorcio que no acaba de llegar a pesar del alejamiento que llevan a cabo ambos, yéndose ella a vivir con Vronski con el que tiene una hija, y cómo el amor entre ambos se va apagando de manera mortecina.
Aún así se nos priva de algunas acciones esenciales, como el final de ella al que se hace alusión, pero nunca llegamos a ver, y que deseamos saber cómo está resulto cinematográficamente en esta ocasión.
Karen Shakhnazarov es un director ruso de 65 años cuando hizo esta serie, con cerca de una veintena de títulos, entre ellos un par de cortos y la serie de tv de la que ha extraído esta película del que es la primera obra suya que le conocemos, que tiene un buen aspecto, puesta en imagen de forma muy académica, en la que a pesar de la mutilación se disimula muy bien mediante el uso de los flash backs.
Tiene una buena ambientación de la época en decorados y vestuarios así como un correcto trabajo de los principales actores, algunos de los cuales han sido galardonados por su trabajo.
Premio APKIT a la música. Premio águila de oro a Elizaveta Boyarskaya y al film.
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