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CRITICA
Por: PACO CASADO
Miranda Wells vive en Louisiana, es una joven viuda desde hace cinco años que trabaja en el restaurante local de Tucker Middendorf, que está enamorado de ella.
Miranda trata de sacar adelante a sus tres hijos, Missy, Greg y Bess que, como muchas familias, tiene deudas y apenas le alcanza para llegar a fin de mes.
Un día, en el que se anuncia la llegada de un posible huracán que provocará un deterioro devastador en la ciudad, bajo una fuerte tormenta, su coche choca levemente con una furgoneta quedando su frontal delantero en el suelo.
Bray Johnson, un profesor que da clases en la universidad, propietario del vehículo con el que ha colisionado, en lugar de denunciarla, se brinda a repararlo y le sigue a su domicilio, donde la tormenta ha dañado su techo y se ofrece a repararlo.
En esos varios días que tarda en hacerlo, una vez pasada la tormenta, Bray le cae bien a los componentes de la familia, incluida Miranda.
Días antes Bray había estado en el domicilio de Miranda para entregarle un sobre y al no estar lo dejó en el buzón, pero la lluvia se lo llevó por delante, sobre incluido.
Conforme pasan los días Miranda comparte su filosofía de vida y su pensamiento para conseguir lo que queremos con Bray y termina por descubrir que tiene una conexión secreta con su pasado.
Este amable drama romántico, con afán moralizador, que contiene una bonita historia, está basado en el innovador libro de la autora australiana Rhonda Byr, quien tras unos sucesos traumáticos descubrió una clase de filosofía mediante la cual transforma el pensamiento y cambia el mundo interior para lograr un efecto positivo en cualquier ámbito de la vida.
Se convirtió en el libro del año con más de 34 millones de ejemplares vendidos en todo el mundo, siendo traducido a cincuenta idiomas, figurando en la lista de ventas del diario New York Time durante ciento noventa semana seguidas, todo un fenómeno que hizo feliz a millones de personas con su lectura, como seguramente conseguirá igualmente hacerlo con la película.
El guion, algo previsible desde el inicio, encierra un cierto suspense con el contenido del sobre y algún que otro giro, lo que contribuye a aumentar el interés de los espectadores, al tiempo que invita a la esperanza de que nuestra vida puede mejorar en el momento que menos se espera, por ello se ha de ser positivo lo que puede afectar a los que nos rodean.
El guionista y director Andy Tennant, responsable de comedias como Sólo los tontos se enamoran (1997), Por siempre jamás (1998), Ana y el rey (1999), incide una vez más en el tema con 'El secreto' (2018) que llega a las pantallas españolas con dos años de retraso, en la que hace una puesta en escena discreta.
Un drama romántico con dosis de emociones, esperanza y optimismo en torno al amor, la familia y no tener miedo al fracaso.
Es el típico film sin preocupaciones, con un tema que en su desarrollo va jugando con el interés del espectador de una forma amable.
A ello contribuye la presencia de la pareja formada por Kathy Holmes, una actriz de rostro agradable, y Josh Lucas que ya fue dirigido por Andy Tennant en Sweet Home Alabama (2002), un actor que se adapta a cualquier género como lo ha demostrado a lo largo de cerca de los ochenta títulos que ha interpretado hasta ahora, que le da una adecuada respuesta.
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