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CRITICA
Por: PACO CASADO
José Frade sigue con la vieja costumbre de otra época de disfrazar los nombres italianos de norteamericanos para que las producciones parezcan otra cosa diferente, como cuando se hacían los western en Italia o en Almería, aunque no es este el caso.
Ahora se ha tomado la moda de ubicar la acción en las ruinas del peligroso barrio neoyorquino del Bronx que es declarado área de alto riesgo y en concreto en sus alcantarillas, donde se alberga la gente harapienta de la más baja ralea.
En esta ocasión una multinacional está empeñada en demoler todos los edificios y echar de allí a las personas que los habitan a base de matarlos de hambre, para construir una gran ciudad del futuro, por lo que deben luchar contra estos escuadrones de exterminio en medio de las ruinas, al frente de las cuales se pone Trash, un guerrillero solitario de pelo largo y mal carácter, que se pone como objetivo secuestrar al presidente de la corporación, con la ayuda de su hijo y un activista molesto.
De ello se encarga un antiguo criminal al mando de un ejército vestidos con sofisticados trajes plateados para dar la sensación de futurista.
El esquema de buenos contra malos se rompe aquí ya que se trata de enfrentarse los malos contra los peores, y para ello se utiliza toda clase de armas, desde simples cuchillos hasta los más modernos y sofisticados lanzallamas.
La película, una vez más, como en otras ocasiones, ya que se fabrican en serie, elige el modelo del film norteamericano The Warriors: Los amos de la noche (1979), dirigido por Walter Hill, pero sin ningún contenido, ya que toda ella se centra en esta encarnizada lucha en la que no queda títere con cabeza.
De esta manera se entretiene al espectador durante hora y media, repitiendo una y otra vez los mismos enfrentamientos en el intrincado laberinto de las galerías de alcantarillas sin que nunca sepamos donde estamos y a que lugar nos dirigimos.
Hasta incluso nos da la sensación de que se han utilizado decorados y vestuarios de otras cintas anteriores en esta historia postapocalíptica con gran cantidad de escenas de acción de principio a fin, situada en el año 2000.
En resumen, poco cine, en en esta película realizada por Enzo G. Castellari, director que en otros momentos dirigía westerns italianos o thrillers policíacos con más oficio que otra cosa como vuelve a ocurrir de nuevo aquí.
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