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CRITICA
Por: PACO CASADO
Neil Simon es un famoso escritor de teatro que suele tener mucha suerte con sus comedias que triunfan en los escenarios de Broadway generalmente.
A pesar de que los productores se disputan los derechos de una obra suya cuando se estrena y tiene éxito, no siempre ocurre así siempre una vez trasladada a la pantalla, al menos cuando se exhibe en las salas españolas.
Otras veces escribe los guiones directamente para el cine como ocurre con esta película que comentamos en la que a pesar de ello continúa teniendo un cierto aroma escénico, debido al uso que habitualmente utiliza de los recursos teatrales que suele emplear en sus comedias escritas para ese fin.
En esta ocasión el asunto tiene gracia desde el principio y se va repitiendo esta constante a lo largo de todo el desarrollo del film.
Nicholas Gardenia es un tranquilo escritor que es acusado injustamente de cometer un atraco a un banco y recurre a buscar la ayuda de Glenda, su ex esposa, que tiene la profesión de abogado, para que lo defienda y demuestra que es realmente inocente.
El problema es que ahora está casada con el jefe de la policía de la ciudad, que además está a punto de presentarse a las elecciones como futuro Fiscal General de California, lo que además originará toda una serie de conflictos que resultan de lo más divertido.
La pareja compuesta por Goldie Hawn y Chevy Chase, que ya actuaran juntos en Juego peligroso (1978), vuelve a repetir aquí su éxito en esta cinta, donde están muy compenetrados, demostrando su buena aptitud para este tipo de comedias divertidas.
Por su parte la dirección de Jay Sandrich logra momentos bastante conseguidos que provocan la hilaridad constante en el espectador, con una buena música de fondo compuesta por Marvin Hamlisch que adorna la banda sonora.
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