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RITICA
Por: PACO CASADO
En el año 2020 aún seguía cerrada la fosa común de Pico Reja en el cementerio de San Fernando de Sevilla, en la que se estima que pueden estar enterradas unas dos mil personas, víctimas de la guerra civil, debido a la represión franquista, que es la segunda más grande de Europa.
En esta película documental se nos muestra la apertura de la misma, lo que nos conduce a su historia, con hechos que se están descubriendo que no estaban documentados.
Con esos sucesos hay también un relato actual que se mezcla con un encuentro enraizado en el presente que se une además con una cita que tiene lugar entre la cantaora onubense Rocío Márquez y el escritor y poeta Antonio Manuel Rodríguez, para crear entre ambos un cante al respecto, él pone la letra y ella el cante con la música de Javier Prieto, que acabaron llamando Nana a medias.
Se trata de componer una nana para despertar en lugar de para dormir, como ellos dicen, la memoria es presente el recuerdo es pasado, sobre lo que pudo ser y no fue.
Se nos ofrece a lo largo de la narración un análisis del pasado que nos lleva a comprender mejor el presente de un país aún con muchas deudas con respecto a la memoria histórica, en el que todavía hoy hay una gran cantidad de deudas pendientes de los represaliados con la historia, que ellos vivieron y de la que fueron sus víctimas, en este caso.
A lo largo de la trama se hace un repaso del pasado que sirve al mismo tiempo para llegar a entender mejor el presente y muchas cosas de la historia, lo que se tiene actualmente por la llamada memoria histórica.
La narración arranca en Sevilla el 21 de agosto de 1936 en la cárcel provincial de Ranilla, en la que figura un cartel que dice "Odia al delito y compadece al delincuente" y una carta de un condenado a sus familiares, fusilado en las murallas de la Macarena.
Hay intervención de algunas personas que nos hablan del tema, por ejemplo Cecilio Gordillo Giraldo sobre los detenidos que construyeron el llamado Canal de los presos del bajo Guadalquivir o cómo en esta zona no hubo guerra, pero sí exterminio, con asesinatos en masa, que el Parque de la Corchuela fue campo de concentración con unos cuanto miles de presos, que a veces se ofrecían para trabajar con tal de salir de su encierro y otros se alquilaban a empresas privadas.
El arqueólogo Jesús Román nos cuenta que la República boicoteó la Semana Santa de Sevilla o cómo todo el mundo se hizo falangista en esta ciudad, tras ser en la que triunfó el golpe.
Concha González, auxiliar arqueóloga, nos dice que Queipo de Llano dio la orden de fusilar a Blas Infantes.
También intervienen Javier Delmás Infante, nieto de Blas, y su abuela Angustias que la condenaron a tres años después de la muerte de Blas y a pagar 2000 pesetas de multa, así como otras personas que igualmente tienen presencia en el documental como Lucía Sosa, Juan Manuel Guijoy, Juanmi Baquero (documentalista) que nos cuenta que hubo 45.566 víctimas en toda Andalucía repartidas en 708 fosas comunes y más de cien mil personas desaparecidas durante el franquismo.
Los responsables de la dirección son en este caso Arturo Andújar y Remedios Malvárez que exponen con claridad los temas tratados sin complicaciones desde el punto de vista cinematográfico, lo que no le resta interés a los asuntos que componen el guion que ellos mismos escribieron.
Premio Asecan al mejor film de no ficción del cine andaluz de 2021. Premio Juan Ramón Jiménez a la mejor película andaluza y premio del público en el Festival Iberoamericano de Huelva. Mención de honor del jurado del Festival de cine europeo de Sevilla.
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