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CRITICA
Por: PACO CASADO
Helmut Käutner siempre ha tenido predicado en su zona de influencia, Alemania, Austria..., y en esta ocasión no ha dejado mal su pabellón.
El cine de Käutner es oara ek aficionado el más interesante de ver, porque a la insalvable pesadez característica de estas cinematografías, handicap insalvable, une el interés bastante cuidado de la forma, basada ésta casi siempre en un pilar sólido de contenido.
El problema de conciencia planteado en esta cinta es muy interesante, una chica joven, médico, que se encuentra entre el amor a su profesión, a la humanidad, a sus semejantes, a sus hermanos sin distinción de nacionalidad y frente a las barreras de los nacionalismos y de las ideas políticas que se interponen entre su humanitario amor y el del hombre que quiere.
La cinta comienza con un ritmo dinámico narrando con breves pinceladas la situación para introducirnos pronto en el problema.
El esquema está un tanto desequilibrado en su estructura, con un comienzo breve, una exposición del tema lenta, para después subir nuevamente al final.
Y es ahí donde Käutner encuentra las pegas que le hacen que no sea una obra lograda, porque por lo que a él respeta se ve una preocupación constante en la plastica de la imagen, en la dirección de actores, con un trabajo realmente bueno en algunos momentos de Maria Schell, actriz dramática que no se anda con remilgos, y que encuentra a veces aliento en sus compañeros Wicky y Mohner.
La labor humanitaria de la protagonista es encomiable por lo que puede servir de ejemplo, la dureza de la guerra no logra empañar la intención de la misma sino que pone marco adecuado para ello..
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