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CRITICA
Por: PACO CASADO
De vez en cuando nos llega una película mexicana de tiempos remotos, que no comprendemos como se importan, ya que su estreno tiene lugar en un local de escasa categoría, y que no goza ni de los privilegios de la publicidad, que escasamente cubre un circuito normal de exhibición.
Estas cintas nos sirven para ver los avances que ha experimentado el cine, ya que son tan arcaicas en su concepción y realización que parecen estar realziadas a principios del cine sonoro.
En ellas podemos ver un estetismo tal en la realización y movimientos de cámara que nos recuerdan a aquellas películas se que hacian con una primitiva cámara de cajón de los tiempos prehistóricos del cine.
Se nos narra la historia de una venganza, tomada mitad en broma y mitad en serio, que nadie se puede tomar como esto último debido a su poca seriedad en la realización.
Una vez más abogamos porque este tipo de cintas se prohiban en nuestro país para poder dejar paso a otras que tengan más interés, tanto artístico como comercial.
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