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CRITICA
Por: PACO CASADO
Jean Renoir goza de un gran prestigio desde hace varios años dentro del círculo de la crítica joven especializada. Por eso nos llamó bastante la atención la falta de interés y de calor que ha rodeado el estreno de "El testamento del doctor Cordelier" y su escasa repercusión en los medios intelectuales. Después de ver el largometraje nos lo hemos explicado.
Parece como si Jean Renoir hubiera llegado al declive de su carrera borrado por el ímpetu de los jóvenes realizadores francés. Orientado hacia lo comercial e intentando hacer un cine de misterio y de terror, Renoir ha sentido una especie de vergüenza para llevar a cabo plenamente su proyecto.
Ha olvidado la excelente tradición expresionista del cine alemán y las obras de arte, en el género de terror que acuñó este movimiento, y ha sentido una especie de pudor y el temor de que su prestigio quedara mal parado.
Por eso quizá junto a la trama puramente anecdótica al final ha pegado un viraje enfrentándonos con la problemática del investigador, con el tema del mal, y el del puritanismo.
El resultado ha sido un film vacilante en su temática ya que de haber interesado la última el esquema tendría que haber sido al revés en vez de preocuparnos durante bastante rato con el tema de la captura o no del sádico asesino.
A la cinta le falta equilibrio, pues incluso en el caso de la película de terror, la obra resulta roma, sin suspense, y totalmente inocua para el espectador que la contempla con una invencible sensación de aburrimiento.
Para realizar este film Renoir empleó telecámaras, adoptando así el sistema de la televisión en el cine, facilitando esto el rápido rodaje de la cinta, pero en vista de su no nuevo empleo deducimos que comercialmente no ha dado resultados.
En lo cinematográfico, vemos a Renoir constreñido por la nueva técnica, vacilante e incluso torpe, en una realización completamente plana.
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